sábado, 13 de octubre de 2012

[Vídeo] Nuevos satélites para el sistema europeo Galileo








La Agencia Espacial Europa (ESA) lanzó con éxito los dos nuevos satélites Galileo que van a permitir formar con los otros dos que ya están en órbita la primera mini-constelación operativa de ese sistema de navegación europeo, con la que validar su funcionamiento y prestaciones. El lanzamiento, desde un cohete Soyuz, tuvo lugar a las 18:15 GMT desde el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana francesa, y está calificado por la ESA como un hito en el programa, ya que hará posible calcular una posición sobre el terreno utilizando únicamente la señal de satélites Galileo.


Los dos primeros satélites se lanzaron en octubre del año pasado y, según la ESA, con el cuarteto ahora resultante se comprobará tanto en el espacio como en la Tierra el diseño del sistema Galileo, alternativo al GPS estadounidense y al Glonass ruso, pero compatible con ellos.


Este sistema será muchísimo más preciso que el GPS que usamos actualmente, pasando a una precisión de centímetros y, probablemente, provocando aún más situaciones extrañas o cómicas como las que se explican en Efectos secundarios de depender demasiado del GPS: gente que cruza puentes inexistentes o que acaba en Carpi en vez de Capri .


Vía | EFE












Vía Xatakaciencia

Mundo Loco: 5 Noticias Curiosas que no te contamos esta semana

Hola!, ¿que tal? En este sábado quiero compartir algunas de las noticias curiosas más destacadas de la red publicadas en esta semana. No quisimos dejarlas en el olvido y las traemos para ti en una especie de cóctel de noticias curiosas. 1) Les prohíben la entrada a un bufé por “tragones” Dos clientes del bufé [...]



Vía Curiosidades

Diez cosas que probablemente no sabía la semana pasada

BBC Mundo lo invita a repasar algunos de los datos más curiosos de la actualidad de esta semana.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

No somos ni buenos ni malos: somos las dos cosas

1226581315519_f.jpgSi bien todos estamos de acuerdo en que el optimismo es necesario, el exceso de optimismo acarrea también consecuencias negativas (como ya os expliqué en La paradoja de Stockdale: cuando el exceso de optimismo puede matarnos ): la falta de realismo provoca que nos quejemos de cosas inevitables, por ejemplo.


En ese sentido, hay determinadas personas que dirigen sus quejas hacia la naturaleza humana a fin de explicar los males del mundo: que somos muy avariciosos, que somos muy corruptos, que hay mucha desigualdad social, que se han perdido los valores, etc.


Otras personas, sin embargo, vierten estas quejas exclusivamente al sistema, al contexto, al entorno. Sobre todo determinado espectro de la izquierda política es el que acostumbra a denunciar el sistema que vivimos como causa de todos los males del mundo; y, en consecuencia, sostiene que cambiando el sistema, se puede eliminar la avaricia, la corrupción, la desigualdad social y demás. Tal y como creían los protagonista de la película El bosque , por ejemplo.


Sin embargo, para evitar que la gente deje de comportarse mal no basta con cambiar la política, tal y como denuncia el filósofo Julian Baggini en su reciente libro La queja:


Así como la gente fue optimista en los inicios de casi todas las revoluciones de izquierdas, los individuos trabajarán con gusto para el bien común, sin pensar en el propio interés, ya que se darán cuenta de que el bien común también incluye su propio bien personal. En una sociedad así la mentira y la codicia no tendrían sentido. Esta predicción ha resultado ser desalentadoramente errónea.

Las utopías sociales tienen un gran atractivo para quienes, entre los que me encuentro, queremos aspirar a un mundo mejor. Pero esas utopías suelen despreciar la naturaleza humana de la ecuación. La codicia, la competitividad y el egoísmo son consubstanciales a nuestra naturaleza y, si bien un marco social o político pueden reducirlas, no hay evidencias de que puedan eliminarlas. Además, resulta mucho más efectivo proponer incentivos para quienes hagan cosas buenas para la comunidad (es decir, incentivando el egoísmo o la reputación), que esperar que la gente haga cosas por la comunidad de forma espontánea.


(No me detendré en el asunto de describir qué es un comportamiento egoísta y qué es un comportamiento altruista o colaborativo, porque al ignorar las intenciones últimas de tal comportamiento no podemos aseverar con seguridad cuál es cuál: daría para otro artículo).



En resumidas cuentas, para obtener sociedades más justas quizá no deberíamos invertir tanto esfuerzo en procurar sociedades más socialistas, sino en desarrollar políticas que tengan en cuenta la naturaleza humana, veleidosa, mezquina, egoísta, vaga, codiciosa.


Ello no significa aceptar que la naturaleza humana es inflexible, sino que no resulta totalmente flexible.


La empatía, por ejemplo, es lo suficientemente finita en los seres humanos como para que podamos predecir con cierto grado de certeza que, como término medio, la gente tenderá a velar más por sí misma y sus allegados que por los desconocidos. Pero la existencia de esa empatía también significa que erradicar todo sentimiento hacia los extraños, aunque factible a corto plazo, nunca será universal o permanente. Crean en la infinita maleabilidad de la naturaleza humana y podrán imaginar una futura utopía comunitaria, pero eso también dejará las puertas abiertas a la posibilidad de un futuro fascista y racista.

El estado natural del ser humano, tal y como arroja la antropología moderna, es esencialmente jerárquico, misógino, violento y racista. Los estudios sobre las sociedades contemporáneas de cazadores-recolectores sugieren que el 90 % de ellas va a la guerra cada año. Y uno de cada cuatro hombres adultos muere de una forma violenta.


the_village-22.jpgLas sociedades modernas, pues, ofrecen mejores versiones de los seres humanos. El descenso de comportamientos violentos, por ejemplo, ha caído el picado, tal y como analiza enciclopédicamente el psicólogo cognitivo Steven Pinker en su reciente libro Los ángeles que llevamos dentro. Sin embargo, no debemos diagnosticar correctamente los puntos negros que aún quedan por eliminar.


Las reformas basadas en quejas erróneas, en un diagnóstico imperfecto, han arrojado malos resultados, porque las premisas para el cambio eran mentiras insostenibles. Se entregó el poder a los representantes del proletariado porque se pensó que no serían tan egoístas como la burguesía destituida. Las fábricas y granjas fueron colectivizadas, pues se creyó que la gente sería más productiva que cuando solo eran meros empleados alineados de su trabajo, que el estatus dejaría de ser importante, aunque ningún movimiento en la historia de la humanidad ha concedido nunca un estatus más elevado que el atribuido por la izquierda revolucionaria a las personalidades de Lenin, Mao, el Che y Fidel.

Las revoluciones son importantes, pero siempre y cuando no traten de cambiar cosas que no se pueden cambiar. Una revolución quizá sería más efectiva si tuviera en cuenta que es inútil quejarse de la mezcla de egoísmo y altruismo que conforma la naturaleza humana. Ello no significa que sea imposible como objetivo a largo plazo, pero las reformas hubieran arraigado más si se plantearan sin un exceso de optimismo sobre la naturaleza humana. Porque somos buenos y malos según las circunstancias, buenos y malos según el momento, buenos y malos a la vez, según quién nos esté fiscalizando.


Un ejemplo explicativo de ello sería el quejarse porque hay gente que tiene accidentes cuando sale de casa, sin advertir que precisamente salir de casa tiene ese efecto secundario: exponerse a nuevos peligros. Lidiar con la imperfección es signo de madurez. Y, en consecuencia, adoptar determinadas políticas de derechas que se alarman sobre el incremento de determinados comportamientos inmorales porque no hay suficientes valores establecidos para eliminarlos también resulta igualmente infantil e ineficaz: a mayor grado de libertad, mayores posibilidades de comportamientos improcedentes; si aspiramos a un mundo perfecto, entonces la gente debería estar perfectamente encerrada en una cárcel volitiva.


La política tiene límites, los de la naturaleza humana, y el buen gobierno, como dice Baggini, nunca será un gobierno perfecto que curará todas las enfermedades del mundo, sea éste de izquierdas o de derechas:


Es algo difícil, porque muchos de los que se sienten atraídos por la política son instintivamente idealistas y están imbuidos del temor a que ser otra cosa equivalga a rendirse y claudicar. Es un temor basado en una perspectiva simplista y maniquea del mundo, una fuente del tipo de distorsión moral que conduce a la queja errónea.

Si os apetece profundizar más en algunas ideas que se esbozan en este artículo, os recomiendo la lectura del artículo que publiqué en Amazings/Naukas: ¿Somos ahora más materialistas y despilfarradores que antes?












Vía Xatakaciencia

Mayoría de mexicanos prefiere buscar trabajo por internet

Hasta hace algunos años, el método más común y utilizado por lo mexicanos para encontrar trabajo era acudir a la sección de “Avisos clasificados” dentro de los diarios impresos del país, fuente de información que actualmente ha sido desplazada por internet y las diferentes páginas web que ofrecen sus servicios no sólo a solicitantes, sino también a reclutadores que quieran ampliar su plantilla de sus empresas.


Según se indicó dentro del curso “El talento está en la Red” realizado en la ciudad de México, casi el 95% de las empresas y personas a nivel mundial usan el internet para solicitar u ofrecer empleo, ya que se considera como un medio más práctico e inmediato para realizar dicha labor. En México esta cifra no cambia mucho, y aunque no se tienen números concretos, se estima que cerca del 85% de los reclutadores y solicitantes acuden a la red.


“Esto tiene que ver en parte por el desarrollo de sitios para buscar y ofrecer empleo, pero también por los bajos costos que estos representan, quien está buscando empleo por ejemplo, cuida su ingreso o los pocos recursos que le quedan, hacer presencia física en varias empresas por día para dejar un currículum personalmente en un folder representa un gasto y un desgaste”, comentó Soraya Ocañas, participante del encuentro.


Actualmente, sitios como OCC Mundial y Computrabajo han aumentado considerablemente su base de usuarios, comprobando así la eficacia del medio. Sin embargo, las bolsas de trabajo digitales no han estado exentas de contratiempos, siendo utilizadas también por extorsionadores que se hacen pasar por empresas contratantes para sustraer datos personales y realizar fraudes, amenazando vía correo electrónico para pedir un depósito bancario.


La recomendación es proporcionar sólo los datos necesarios para ser contactados y omitir dirección e información personal dentro del curriculum.


Link: Tendencia: Búsqueda de empleo encuentra boom en online (Diario El Universal)














Vía FayerWayer