sábado, 4 de julio de 2020

Este fue el primer libro de la historia que usó las 4 palabras fundacionales de la ciencia

Este fue el primer libro de la historia que usó las 4 palabras fundacionales de la ciencia

Al igual que un conjuro de Harry Potter, hay cuatro palabras fundacionales, cuantro términos que obra como pilares maestros sobre los que se ha construido toda la ciencia moderna: "hecho", "evidencia", "hipótesis" y "teoría".

Muchas de estas palabras no tenían la acepción que adquirieron con el nacimiento de la ciencia, otras sencillamente se usaban de forma aislada de las demás. Sin embargo, hay un libro que las unió todas y les otorgó, a su vez, su poder, su definición más actual.

Ternary of Paradoxes

Hasta la década de 1660, las "hipótesis" y las "teorías" eran términos usados mayormente en el ámbito de la astronomía. Por su parte, los "hechos" y las "evidencias" se usaban en derecho. Poco a poco, los términos fueron convergiendo y ampliando su cobertura para explicar el mundo natural.

La existencia de tales palabras, pues, fueron una prueba lingüística del nacimiento de la propia ciencia. Y no tardarían en usarse todas a la vez, junto a el término "experimento", en un libro de 1649: la paráfrasis de Walter Charleton de Jan Baptista van Helmont, el Ternary of Paradoxes (Ternario de paradojas).

a

El Oxford English Dictionary lo cita 151 veces como primera entrada de una definición. Charleton fue uno de los miembros más activos de la Royal Society en sus primeros años, tal y como señala David Wottoon en su libro La invención de la ciencia:

Allí donde la vieja filosofía había declarado certezas indiscutibles, la nueva se modelaba a partir de la astronomía y el derecho, disciplinas en las que ya hacía tiempo que se habían reunido los hechos y la evidencia con el fin de generar hipótesis y teorías confiables, incluso incontrovertibles.

-
La noticia Este fue el primer libro de la historia que usó las 4 palabras fundacionales de la ciencia fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Libros que nos inspiran: 'Un planeta de virus' de Carl Zimmer

Libros que nos inspiran: 'Un planeta de virus' de Carl Zimmer

No es la primera vez que ponemos de manifiesto la solvencia de Carl Zimmer en Xataka Ciencia, ya lo hicimos con Parásitos. Zimmer Carl Zimmer es un popular divulgador de ciencia que ha publicado ya más de una decena de libros sobre biología, medicina y neurociencia, además de ser autor de uno de los blogs más prestigiosos sobre ciencia, The Loom.

Así que nadie como él para una introducción en el fascinante mundo de los virus y su complicada relación con los seres humanos, tal y como plasma en este Un planeta de virus.

Microbios

El 92 % de las personas no conoce la diferencia entre los virus y las bacterias, según una encuesta australiana. Solo por ello, todos deberíamos leer esta sucinta introducción a la historia de cómo los seres vivos más pequeños conocidos por la ciencia son capaces de influir en la humanidad a todos los niveles.

Un planeta de virus (Ensayo)

Un planeta de virus (Ensayo)

Los virus, a pesar del dolor que producen en muchas especies, a pesar de que influyen decisivamente en el planeta, también pueden servirnos. No debemos tanto eliminarlos como convivir con ellos, establecer más relaciones mutualistas. Porque los virus también pueden neutralizar bacterias tóxicas, o son capaces de producir el oxígeno que respiramos luego.

Estamos más familiarizados con los virus que nos dan resfriados o gripe, pero los virus causan también una amplia gama de enfermedades, incluso un trastorno que hace que del cuerpo humano broten unas formaciones de verrugas que asemejan la corteza de un árbol. Pero los virus han estado en nuestras vidas durante tanto tiempo que en realidad somos en parte virus: el genoma humano contiene una gran cantidad de ADN de virus. Mientras tanto, los científicos siguen descubriendo nuevos virus en todas partes: en el suelo, en el océano o en cuevas a kilómetros de profundidad. Un planeta de virus presenta la investigación más reciente sobre cómo los virus dominan nuestras vidas y nuestra biosfera, cómo contribuyeron a dar lugar a las primeras formas de vida, cómo producen cada día nuevas enfermedades y cómo podemos aprovecharlos en nuestro beneficio. Un fascinante estudio que recorre amenazas como el Ébola y el MERS, y explica, entre otras muchas cuestiones, cómo el cambio climático puede provocar brotes aún más mortales en el futuro.

a

-
La noticia Libros que nos inspiran: 'Un planeta de virus' de Carl Zimmer fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Discriminar no es malo, lo que resulta negativo es hacerlo por las razones equivocadas

Discriminar no es malo, lo que resulta negativo es hacerlo por las razones equivocadas

Todas nuestras decisiones operativas en la vida se basan en la discriminación, en atajos, en heurísticas. Si no fuera así, sencillamente no podríamos apenas movernos, no podríamos vivir.

Habida cuenta de que hay una enorme cantidad de información a nuestro alrededor y procesarla requeriría más tiempo que el que disponemos en nuestra propia existencia, nos dejamos llevar por pálpitos, por prejuicios, por inercias emocionales.

Es no es necesariamente malo (permite vivir), lo que resulta preocupante es que usemos atajos equivocados o demasiado superficiales.

Discriminación por exceso de información

Discriminar no debería tener ninguna connotación peyorativa. En sentido estricto, discriminar signifca únicamente que, dado una cantidad demasiado grande de información o de opciones, optamos por un conjunto limitado de ellos.

Racism 5267730 1280

Son las razones por las que nos conducimos por esa discriminación las que, eventualmente, pueden ser evaluados a nivel moral, epistemológico o incluso a nivel pragmático.

Por ejemplo, el racismo es una discriminación absurda porque se basa en el color de piel, pero el color de piel no nos dice nada, por ejemplo, del genoma de una persona (solo nos está informado de su fenotipo, es decir, de las características externas que son fruto del ambiente).

Pero cada una de las discriminaciones deben someterse a un escrutinio continuo y reevaluarse continuamente en función de los nuevos datos.

Desigualdes como la altura (hay una correlación entre sueldos y altura de los trabajadores, y también entre atractivo y sueldo), la edad (ya empieza a hablarse de edadismo), el estrabismo, la tartamudez, la fealdad (en algunos tribunales ya se ofrecen a actores más guapos para representar a clientes con cicatrices en la cara porque estos reciben porcentualmente penas más altas), los kilos de más (ya se habla de gordofobia), el carácter (los amables, hipócritas y pelotas reciben más dádivas que el resto)…

Tal vez deberíamos guiarnos por un algoritmo que calculara continuamente los rasgos de discriminación de la persona que tenemos delante, como si pudiéramos llevar un dispositivo de cálculo de energía como en Dragon Ball. O tal vez eso se parecería demasiado a un capítulo de Black Mirror. Es algo que debemos debatir, meditar, reflexionar, volver a debatir... y evitar las consignas de brocha gorda del tipo "no hay que disciminar" o "eres un racista".

Podéis ir más allá en esta disertación en esta charla de café que es Baker Cafe:

-
La noticia Discriminar no es malo, lo que resulta negativo es hacerlo por las razones equivocadas fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Hoy, 4 de julio, la Tierra viaja a su menor velocidad: 7.000 kilómetros más lentamente de su máxima velocidad

Hoy, 4 de julio, la Tierra viaja a su menor velocidad: 7.000 kilómetros más lentamente de su máxima velocidad

La Tierra gira alrededor del Sol, describiendo una órbita elíptica de 930 millones de kilómetros, a una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora.

Sin embargo, esa velocidad de traslación varía, aumentando hasta ser máxima en el perihelio (la menor distancia al Sol) con 110.700 kilómetros por hora, y reduciéndose hasta ser mínima en el afelio, con 103.536. Una diferencia de 7.000 kilómetros por hora.

Todo se mueve

La órbita que describe la Tierra supone recorrer toda su distancia en 365 días y casi 6 horas, de ahí que cada cuatro años se cuente uno bisiesto. Precisamente, este 2020 es bisiesto.

Aphelion Perihelion Earth

Sin embargo, la velocidad orbital de un planeta será menor, a mayor distancia del Sol, y a distancias menores la velocidad orbital será mayor. La distancia media del Sol es en promedio de 150 millones de kilómetros. En el afelio alcanza los 152,09 millones de kilómetros y en el perihelio baja a 147,10 millones de kilómetros de distancia.

La Tierra atravesará este 4 de julio el punto más alejado del Sol en su órbita de este 2020, un hito astronómico que se conoce como afelio, y que tiene lugar cada año entre el 2 y el 7 de julio.

A su vez, el Sol no se está quieto. Va lanzado a 790.000 kilómetros por hora hacia el centro de la Vía Láctea. Así pues, el Sol (y todos los planetas que le rodean, el Sistema Solar) dan una vuelta completa en el tiovivo de la Vía Láctea en 200 millones de años. Actualmente ya se ha completado un cuarto de vuelta desde la era de los dinosaurios.

-
La noticia Hoy, 4 de julio, la Tierra viaja a su menor velocidad: 7.000 kilómetros más lentamente de su máxima velocidad fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia