domingo, 8 de marzo de 2015

Dale al play y escucha las primeras canciones para gatos creadas por científicos


El negocio alrededor de los artículos para nuestras mascotas está alcanzando niveles grotescos. Desde ropa hasta comida gourmet, pasando por canales de televisión específicos para perros y gatos, ahora saltamos en las primeras composiciones musicales concebidas específicamente para gatos (y creadas científicamente por un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de Maryland).


En las canciones se no oye ni un solo miau. Son melodías para causar un efecto calmante o terapéutico en nuestros felinos. Este estudio sobre melodias para gatos ha sido recogido por la revista Applied Animal Behavioural Science.


Para conseguir que este tipo de música resultara interesante y relajante para los gatos, introdujeron un tempo con una base de ronroneo y otro con un ritmo de succión. Según Charles Snowdon, líder del estudio:


Nos fijamos en las vocalizaciones naturales de los gatos y se correspondían con nuestra música en la misma gama de frecuencias, que es alrededor de una octava más alta que las voces humanas (...) Los resultados sugieren maneras nuevas y más apropiadas para el uso de la música como el enriquecimiento auditivo de los animales no humanos.

Aquí tenéis las canciones, pero también podéis dadle al play en el vídeo que encabeza la entrada.


Vía | La Tercera


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La noticia Dale al play y escucha las primeras canciones para gatos creadas por científicos fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .












Vía Xataka Ciencia

El experimento del gato de Schrödinger en un sencillo vídeo


Por más que leemos acerca del experimento del gato de Schrödinger, resulta difícil extrapolar sus analogías con el mundo cuántico. El experimento del gato de Schrödinger o paradoja de Schrödinger es un experimento imaginario concebido en 1935 por el físico austríaco Erwin Schrödinger para exponer una de las interpretaciones más contraintuitivas de la mecánica cuántica, pero quizá resulte mucho más fácil de digerir con el vídeo que encabeza esta entrada (que además está subtitulado al castellano).


A pesar de que su interpretación es esquiva, sobre todo para los legos en física, este experimento se ha convertido ya en un icono de la cultura popular. Por ejemplo, en el episodio 17 de la sexta temporada de la serie Futurama aparece una que escena hace referencia a este experimento, cuando al abrir una caja Fry es atacado por un gato que estaba dentro y luego un robot que revisa la caja confirma que se trata de la caja de Schrödinger.


Vía | Microsiervos


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Vía Xataka Ciencia

Tu corazón no es especial (ni siquiera cuando te trasplantan el de otro)

Heart 462873 640A pesar de que corazón y sentimientos han estado íntimamente relacionados por la cultura popular (“son cosas del corazón”), y el corazón representa el icono del amor romántico, el corazón no es un órgano especial en lo que respecta a los sentimientos.


No tomamos las decisiones racionales con el cerebro y las impulsivas con el corazón: ambas las tomamos con el cerebro. Si bien es cierto que nuestro corazón se desboca frente a una escalada sentimental, eso sucede por orden del cerebro que, a través del sistema nervioso autónomo, se encarga de que nuestro cuerpo se prepare para huir, luchar o copular.


El mito de los transplantes


Pulse Trace 163708 640Debido a que el corazón lleva aparejadas tantas connotaciones emocionales, en el asunto de los trasplantes podemos ser más o menos ecuánimes (menos en el caso de Mariló Montero), pero no así en el corazón. Para muchas personas, en un trasplante de corazón parece que se esté trasplantando la esencia de la persona.


Los periódicos de todo el mundo contienen historias anecdótica de trasplantados de corazón que dicen haberse sentido como dominados por otra personalidad cuando recibieron el corazón nuevo. Tampoco es extraño que se publiquen artículos del tipo “¿reside el alma en el corazón?”. O, tal y como explica el neurólogo Dick Swaab en su libro Somos nuestro cerebro:


Hay también anécdotas de pacientes que después de un trasplante de corazón adoptaron los gustos musicales del donante. Un hombre que recibió el corazón de una mujer sentía de pronto predilección por el color rosa, mientras que antes de la operación lo aborrecía. Una mujer confesó que después de que le hubiese trasplantado el corazón de un jugador de ajedrez, pasó de pronto a dominar perfectamente el juego. También hubo alguien que dijo haber visto en sueños el rostro del asesino de su donante. Historias de esta índole son publicadas en una revista cuya existencia yo desconocía hasta hace poco: Journal of Near-Death Studies.

El problema es que todas estas historias son anecdóticas. Y, también, que en todos los casos los receptores del nuevo corazón habían recibido también información de sus donantes, como el sexo, la edad, las causas de la muerte y otros muchos detalles.


Hasta que una investigación debidamente controlada demuestre lo contrario, debemos concluir basándonos en la literatura clínica y experimental disponible que nuestro carácter reside en nuestro cerebro, y que el corazón solo es una bomba hidráulica de la que no recibimos ningún retazo de la personalidad del donante. Otra causa, sin embargo, para que mucha le gente le pueda parecer lo contrario la sugiere el propio Swaab:


Un trasplante de corazón es una operación extraordinariamente dura, estrenaste y arriesgada, que tiene un gran impacto en la vida del paciente. La persona suele volverse más espiritual, puede sentirse culpable por la muerte del donante y tener la sensación de que éste sigue viviendo en su cuerpo. Además, su comportamiento se ve afectado también por los potentes fármacos que le dan para inhibir el rechazo después de una intervención así.

Ya sabéis: la navaja de Occam rules.


Imágenes | Pixabay


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Vía Xataka Ciencia