Es verano, y con él llegan también los mosquitos, y sus picadas. Quienes sean aprensivos no deberían ver el siguiente vídeo, quienes soportaron algunas escenas de La mosca, de David Cronenberg, entonces adelante.
Descubriréis, por ejemplo, que el mosquito emplea dos conductos para chupar vuestra sangre uno que es una prolongación de su faringe por el que excreta saliva con un agente anticoagulante, y en labro, que es por el que absorbe la sangre. Además de la ominosa mandíbula.
Los vídeos son de Valérie Choumet y sus colegas del Instituto Pasteur; la víctima es un ratón anestesiado.
Vía | Microsiervos
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Este fin de semana comienza uno de los acontecimientos más esperados del año, la lluvia de meteoros de las Perseidas o “Lágrimas de San Lorenzo“.
Parece ser que este 2013 será un buen año para las Perseidas, ya que la Luna se encuentra casi en cuarto creciente y tendremos un cielo bien despejado en la mayor parte del territorio nacional.
Como ya sabéis, nuestro planeta cruza cada año por estas fechas la órbita del cometa Swift-Tuttle, visto por última vez en 1992. Cuando esto sucede, miles de pequeñas partículas (que un día formaron parte de la cola del cometa) entran en la atmósfera terrestre, provocando una fricción que las calienta hasta vaporizarlas, lo que produce un gran brillo en el cielo nocturno.
Aunque el mejor momento para observar las Perseidas sea la noche del día 12 al 13 de Agosto (ya que se espera que el máximo de actividad sea entonces), podremos empezar a disfrutar de ellas este mismo fin de semana.
Como siempre, os animo a encontrar un sitio apartado de grandes urbes y en buena compañía para cansaros de “pedir deseos”.
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Según un estudio publiado en la revista Science Translational Medicine por parte de un grupo de investigadores internacionales, una planta medicinal muy frecuente en la medicina tradicional china contiene un compuesto que causa más mutaciones genéticas y tumores que el tabaco o la radiación solar.
Hasta el punto de que, según uno de los investigadores involucrados, Bin Teah Teh, “esto lo convierte en el mayor agente genotóxico descubierto hasta la fecha”.
El compuesto de marras es el ácido aristolóquico, presente en las plantas del género Aristolochia, y produce daños en el ADN y provoca cáncer renal y hepático.
El extracto de esta planta se usaba en el ámbito de la medicina tradicional china para combatir la artritis, la gota y ciertas inflamaciones. Estudios más recientes en Taiwán, donde el uso de remedios medicinales que contienen Aristolochia está muy extendido, apuntaron al aumento de los cánceres del tracto urinario superior y enfermedades renales en el país por el uso de esta sustancia.
Esto nos indica dos cosas: que lo natural, o lo procedente de platas, no es necesariamente más saludable que una píldora dispesada en una farmacia. Que una cosa no es química y la otra no lo es, sino que ambas son química. Y, sobre todo, que las medicinas tradicionales adolecen de ensayos clínicos más débiles y epistemológicamente son también más endebles.
Razón por la cual cada vez son más chinos los que reniegan de la medicina tradicional china, y se pasan a la medicina alopática, que con todos sus defectos, resulta mucho más eficaz . Justo cuando ahora, entre algunos occidentales, se está poniendo de moda renegar de la medicina alopática para pasarse a la medicina tradicional oriental, “con plantas, cosas naturales y cosas sin química”.
Como el Ginkgo biloba, la planta ‘milagrosa’ de moda entre algunos intelectuales, que aún no ha podido demostrar sus presuntos poderes curativos.
Si el mundo oriental es tecnócrata y frío, ¿los remedios de vejetes simpáticos y sabios no serán mucho mejores? ¿Acaso no vivimos en una farmacracia? ¿No tienen menos efectos secundarios los remedios naturales que los médicos se niegan a recetar?
Para abundar un poco en estas ideas tan arraigadas os emplazo a revisar la serie de artículos ¿Por qué la medicina alternativa, la tradicional china y demás es cualitativamente inferior que la medicina convencional o alópata?
Vía | ABC
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