viernes, 1 de mayo de 2020

El extraño caso de la picazón crónica que te incita a rascarte hasta morir

El extraño caso de la picazón crónica que te incita a rascarte hasta morir

A veces, que nos pique y no nos podamos rascar puede resultar desesperante. Afortunadamente, basta con rascarse un poco para que el comecome desaparezca.

Sin embargo, de resultas de tumores cerebrales, apoplejías, trastornos autoinmunes o incluso como efecto secundario de algunos medicamentos, puede asaltarnos una picazón imposible de calmar... por mucho que nos rasquemos hasta incluso el punto de hacernos sangre.

Un caso extremo

El caso más extremo de picazón crónica probablemente sea el caso de una paciente conocida por "M", una mujer de Massachusetts de menos de cuarenta años que desarrolló la picazón en la parte superior de la frente tras haber padecido un herpes zóster.

De tanto frotarse y rascarse la piel en la zona del cuero cabelludo, se arrancó la piel. Estamos hablando de solo una zona de cuatro centímetros de diámetro.

Tal y como lo describe aterradoramente Bill Bryson en su libro El cuerpo humano:

Se frotaba furiosamente la zona mientras dormía, hasta el punto de que una mañana al despertar descubrió que le corría fluido cerebroespinar por la cara: se había rascado el hueso del cráneo hasta llegar al cerebro. Parece que actualmente, más de una docena de años después, es capaz de controlarse y puede rascarse sin hacerse daño, pero la picazón no ha desaparecido. Lo más desconcertante es que ha destruido todas las fibras nerviosas de ese trozo de piel, y, sin embargo, la desquiciante picazón persiste.

-
La noticia El extraño caso de la picazón crónica que te incita a rascarte hasta morir fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Granizo con una anchura máxima de 23 centímetros: récord en Argentina

Granizo con una anchura máxima de 23 centímetros: récord en Argentina

Una pieza compacta de granizo con una anchura máxima superior a los 23 centímetros ha sido en la ciudad argentina de Villa Carlos Paz, en la provincia de Córdoba, el 8 de febrero de 2018.

De este modo, tal y como señala un estudio publicado en el Boletín de la AMS (American Meteorological Society), estamos ante un récord de tamaño.

Fenómeno meteorológico

El granizo ocurre típicamente durante tormentas severas, que producen corrientes ascendentes fuertes y sostenidas.

El récord hasta ahora pertenece a una piedra de granizo de 20,32 de ancho, o aproximadamente del tamaño de una pelota de voleibol, que cayó cerca de Vivian, Dakota del Sur, así que esta pieza nueva le supera por bastante.

Para el nuevo estudio, los investigadores hicieron un seguimiento de las cuentas un año después, entrevistando a testigos, visitando sitios donde ocurrieron daños, recolectando datos fotogramétricos y analizando observaciones de radar.

También hicieron uso de la fotogrametría (tomando medidas de fotografías) y evidencia en video. La tormenta en Villa Carlos Paz, Argentina, muy poblada, ofreció a los científicos una rara oportunidad de estudiar un caso bien documentado de granizo gigantesco.

-
La noticia Granizo con una anchura máxima de 23 centímetros: récord en Argentina fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Meissner y Pacini: lo que permite que tu piel sea capaz de sentir con tanto detalle

Meissner y Pacini: lo que permite que tu piel sea capaz de sentir con tanto detalle

La brisa, el roce de la yema del dedo, incluso una simple pluma posándose en nuestro brazo... toda esta información sensorial exquisitamente detallada la recibe nuestro cerebro gracias a los corpúsculos de Meissner y los de Pacini.

Los de Meissner detectan el más mínimo roce, y son muy abundantes en nuestras zonas erógenas y otras áreas muy sensibles, como la yemas de los dedos, los labios o la lengua.

Sensores

Los receptores de Meissner reciben este nombre del anatomista alemán Georg Meissner, a quien se le atribuye su descubrimiento en 1852. El corpúsculo tiene de 30 a 140 micras de largo y de 40 a 61 μm de diámetro.

El tacto de presión profunda (de un apretón por ejemplo) es generado por los corpúsculos de Pacini (en mamíferos el único otro tipo de mecanoceptor táctil físico), los que se localizan más profundamente en la dermis. Los de Pacini son incluso más espectaculares, tal y como explica Bill Bryson en su libro El cuerpo humano:

Un corpúsculo de Pacini puede detectar un movimiento de solo 0,00001 milímetros, que en la práctica viene a ser como no moverse en absoluto.

Los corpúsculos de Pacini se encuentran por ejemplo, en el tejido conectivo subcutáneo y en la dermis reticular y son especialmente numerosos en la mano y el pie. Además se encuentran en el periostio, las membranas interóseas, el mesenterio, el páncreas y los órganos sexuales.

Las mujeres tienen más sensibilidad táctil en los dedos, pero probablemente esto se deba a que sus manos son más pequeñas y, por consiguiente, tiene una red de sensores más densa.

En total, el tacto abarca cinco sensaciones diferentes asociadas a determinada clase de receptores. Los diversos receptores han sido llamados por el nombre de sus descubridores:

  • Los corpúsculos de Pacini para la presión (Filippo Pacini, italiano, 1830).
  • Los corpúsculos de Meissner para el tacto (Georg Meissner, alemán, 1853).
  • Los bulbos terminales de Krause para el frío (Wilhelm Krause, alemán, 1860).
  • Las terminaciones para el calor de Ruffini (Angelo Ruffini, italiano, 1898).

-
La noticia Meissner y Pacini: lo que permite que tu piel sea capaz de sentir con tanto detalle fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

¿Las líderes políticas lo están haciendo mejor que los líderes políticos en la pandemia del coronavirus?

¿Las líderes políticas lo están haciendo mejor que los líderes políticos en la pandemia del coronavirus?

Partiendo de la base de que valorar la buena gestión de una administración en función de sexo es tan estéril y hasta contraproducente como hacerlo en función de los rasgos físicos o el color de la piel, cabe preguntarse si las líderes políticas lo está haciendo mejor que sus homólogos masculinos.

Y cabe preguntárselo porque es una cuestión que se ha invocado machaconamente desde determinados púlpitos mediáticos. La respuesta rápida es: no.

¿Cuestión de sexos?

Son muchos los que están sacando a colación que un líder político disponga de dos cromosomas X en cada una de sus células en vez de uno X y otro Y para poner en evidencia su excelencia en la gestión del COVID-19.

Trump 2546104 640

Probablemente se ha sacado a colación con toda la buena intención (es bueno reconocer los méritos de las mujeres en ámbitos donde quizá no tienen tanta representación social). Es decir, que se ha invocado el sexo de los líderes porque este beneficia a la mujer. Si fuera un ámbito donde el hombre se desenvolviera mejor, entonces resultaría políticamente incorrecto sacarlo a relucir.

El problema de esta estrategia, en este caso, es doble. En primer lugar, si valoramos a las personas en función de su sexo, entonces podemos acercarnos a una pendiente resbaladiza del tipo: ¿por qué no hacerlo en función de su color de piel o su altura o su edad? ¿Por qué no hacerlo en función de su belleza? Césare Lombroso estaría encantado de medir la competencia de los políticos según sus rasgos faciales. Un racista podría aducir que los mejores líderes europeos son blancos y no negros. ¿Los calvos lo hacen mejor que sus homólogos con pelo? ¿Y los que estudian ciencias frente a los de letras? ¿Importa si procedes de una familia rica? ¿Los vegetarianos son mejores?

El segundo problema es que, si además, la afirmación es falsa y te basas en ella para elevar el estatus profesional de la mujer en un ámbito donde supuestamente está infrarrepresentado, entonces estás logrando justo lo contrario: ofreces armas a los machistas.

Porque estadísticamente, las mujeres gestoras no lo están haciendo mejor que los hombres gestores.

Variables

Si las tasas de mortalidad más bajas son el objetivo final de los líderes de hoy, entonces, estadísticamente, a las mujeres líderes no les está yendo mejor que a sus homólogos masculinos. Para los países de la UE, la tasa de mortalidad media per cápita en los países liderados por mujeres no es estadísticamente diferente de la tasa de mortalidad promedio en los países liderados por hombres.

En los Estados Unidos, tampoco existe una diferencia significativa entre las tasas de mortalidad promedio per cápita para los estados con gobernadores femeninos y aquellos con gobernadores masculinos.

En otras palabras, a las mujeres no les está yendo estadísticamente mejor que a sus homólogos masculinos para reducir el número de muertes.

Sin duda, las tasas de mortalidad dependen de muchas variables, incluida la densidad de población, el acceso a la atención médica, los protocolos de informes y posiblemente los niveles de temperatura y humedad... por lo que es difícil aislar el impacto del sexo del líder. Es decir, que simplemente entrar a valorar si un líder lo hace mejor o peor es una cuestión espinosa; pero hacerlo en función, además, de su sexo, es el doble salto mortal.

Es cierto que la gestión de la alemana Angela Merkel está siendo digna de consideración por muchos motivos. Pero también lo es que Bélgica, también encabezada por una mujer, tiene la sombría distinción de tener la mayor tasa de mortalidad per cápita en la UE, y la segunda más alta del mundo.

En otras palabras: es importante valorar a las mujeres que lo hacen bien. Y a los hombres. Es importante que nuestra valoración no tienda a ser grosera agrupando a las personas por categorías (sexo, raza, religión, etc.). Y, sobre todo, es importante que si vamos a usar esa forma de reivindicación, lo hagamos con datos reales.

Pero sí que hay diferencias sexuales

Como corolario: naturalmente, de todo esto no se debe inferir que hombres y mujeres gobiernen exactamente igual. Es probable que el sexo influya en el estilo a gestionar un país como también influye en muchas otras parcelas de nuestra vida. Existen diferencias entre hombres y mujeres (como la hay entre los propios hombres y las propias mujeres).

Chemistry Lab Experiment 3005692 640

Alice Eagly, profesora emérita de psicología en la Universidad Northwestern, ha investigado las diferencias de sexo en el estilo de liderazgo al agregar todos los estudios disponibles sobre el tema y completar un metanálisis o estudio de estudios al respecto. Una de las diferencias más sólidas es que parece que las mujeres tienden a un liderazgo participativo y relacional, y que los hombres tienden hacia un liderazgo más autocrático y de arriba hacia abajo.

Sin embargo, que existan diferencias sexuales a la hora de gobernar no debe suponer necesariamente que un sexo lo haga mejor que el otro. Eso dependerá de la crisis que debe afrontarse, o del tipo de país que debe gobernarse, y de una miríada de otros factores interrelacionados. Porque el mismo concepto de "sexo", en lo tocante a un análisis de una gestión, es filosóficamente lisológico.

En caso de que eventualmente hallemos una serie de características que propician que un gobernante sea generalmente mejor que la media, deberíamos buscar esas características en los futuros gobernantes que escojamos democráticamente. Características que probablemente podemos encontrar en mujeres, en hombres, en negros, en altos, en bajos, en ricos o en pobres. Por eso es subrayar que las diferencias de género son solo generalizaciones, y ciertamente no se aplican a todas las mujeres o todos los hombres. Cada líder debe ser evaluado en sus propias fortalezas y debilidades, y no en su género.

-
La noticia ¿Las líderes políticas lo están haciendo mejor que los líderes políticos en la pandemia del coronavirus? fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia