martes, 29 de enero de 2013

El Museo del Prado podría ser una falsificación

pradoLa Policía Nacional ha decidido clausurar indefinidamente el Museo del Prado a fin de verificar la verdadera autoría del edificio ante la denuncia de que el actual edificio se trate en realidad de una réplica exacta del museo original. Se teme que el auténtico Prado haya podido ser sustraído en algún momento del mes pasado y reemplazado por una copia sin valor.



Las alarmas saltaron ayer por la tarde cuando María Tresreyes, una de los trabajadoras del museo, se incorporó al trabajo tras un período de baja y notó sus salas “como distintas, con otro aire, no sé”. En ese momento se activó el protocolo de seguridad que suele ponerse en marcha cuando se detecta el robo o el deterioro de alguna de las obras pero, en este caso, aplicándolo a todo el edificio del museo, incluidas las miles de piezas artísticas que aloja.


El protocolo de piezas robadas consiste en enviar a la Interpol un listado con las características de la obra sustraída, en este caso un edificio de 200 metros de largo por 50 de ancho con un cuerpo central culminado en ábside y flanqueado por dos galerías alargadas, además de los edificios suplementarios de nuevo diseño. En caso de que una subasta artística disponga de una pieza similar deberá informar a las autoridades, aunque se teme que algún coleccionista ya lo haya adquirido en el mercado negro y lo tenga instalado en su jardín.



Se teme que alguno de los trabajadores sea también una reproducción



Más allá del incalculable valor patrimonial del Prado y de su colección artística, los directores del museo temen que durante el cambiazo, consumado probablemente alguna noche de las últimas semanas, alguno de los trabajadores del turno nocturno permanecieran en el mismo. “Lo que indica que alguno de los trabajadores actuales haya sido reemplazado también por una falsificación, dado que no se han notado ausencias”, explica el director de la institución. Esta posibilidad no es en absoluto improbable si se tiene en cuenta que el Prado mismo sustituyó a uno de sus guardas de seguridad por una réplica hace algunos meses, aunque en aquél caso se debió a motivos de salud.


“¿Son quienes dicen ser los trabajadores actuales o son también falsificaciones? ¿Hasta qué punto nos podemos fiar de lo que dicen?”, se preguntaba durante la rueda de prensa el agente Cisneros, director del Departamento de Artes Plásticas de la Policía Nacional, “Cabe incluso la posibilidad de que María, la trabajadora que ha denunciado el caso sea también, en sí misma, una réplica. Y eso pondría en entredicho su testimonio. Esto indica que, claramente, el museo es auténtico… Pero siendo así, ¿no habría que dar valor a la acusación de María y por tanto el museo es en realidad falso?”.


No hay datos que confirmen, sin embargo, que el museo haya sido reemplazado más allá de la alerta provocada por la trabajadora que percibió el museo “con otro aire” pero para confirmar quei el museo es efectivamente una falsificación o no sería necesario radiografiar el edificio entero para comprobar si se trata del original. “Dado que no podemos efectuar dichos análisis cabe suponer que es falso”, explicaba Cisneros.


“Que también pueden ser cosas mías, ojo”, dice María, la trabajadora que percibió el cambio. Sin embargo toda precaución es poca ante el temor de que España pudiera perder su joya patrimonial.






Vía El Mundo Today

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