miércoles, 27 de marzo de 2013

Millones de batas migran a Boatiné hasta su vuelta en otoño

boatineEl espectáculo se repite cada año: las miles de batas de boatiné que durante los períodos de frío campan a sus anchas por las tierras españolas se repliegan con la llegada del buen tiempo. No volveremos a verlas hasta el otoño. Este movimiento estacional migratorio en el que las batas regresan a Boatiné marca para muchos el fin del invierno con mayor precisión que las predicciones meteorológicas.


“Es una conducta instintiva unida al reloj biológico, no hay una fecha concreta sino que está determinada en función de los ciclos de luz y temperatura”, explica una mujer de Cuenca que lleva más de 30 inviernos conviviendo con una bata de boatiné, siempre la misma y que, por tanto, conoce sus movimientos migratorios de primera mano. “El reloj anual actúa sobre el sistema hormonal y anuncia, mediante sofocos, que ha llegado el momento indicado para mudar el plumaje”.


“Es sobrecogedor ver cómo cada año desaparecen, pero te llena de esperanza y calidez saber que volverán el año que viene. Nunca falla, es ley de vida”, añade con lágrimas en los ojos. No obstante reconoce, con cierta tristeza, que la proliferación de otras tipologías invasoras como la batamanta ha mermado mucho la población de batas de boatiné.


Pese al maravilloso espectáculo que supone ver desaparecer las millones de batas de las regiones españolas (en especial las más cálidas), lo cierto es que la población de batas ha disminuido considerablemente en los últimos lustros debido también al cambio climático: la población ha decrecido un 10% en favor de las esbeltas y gráciles batas veraniegas que en un par de meses empezarán a poblar los rellanos y terrados españoles y que cada año se dejan ver antes.






Vía El Mundo Today

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