El profesor de arquitectura húngaro Ernö Rubik trabajaba en 1974 en un objeto mecánico manipulable que le ayudara a explicar mejor la geometría tridimensional a sus alumnos. Durante el proceso, acabó creando lo que llamó cubo mágico y que se convirtió en el popular rompecabezas conocido hoy mundialmente por el apellido de su inventor.
Vía Muy Interesante
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