Respirar el humo que expulsan los tubos de escape de los coches puede afectar al colesterol que circula por nuestra sangre, alterando las cualidades protectoras cardiovasculares del llamado "colesterol bueno" y transformándolo en "colesterol malo". Esto puede provocar que las arterias se obstruyan.
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario