Lo que empezó como una contestación a los 0,20 céntimos de subida en el billete de autobús en la ciudad de São Paulo, se convirtió en la espoleta para otras tantas deudas sociales y ambientales que tanto los gobiernos (en todas las esferas – municipios, estados y gobierno federal), como los parlamentarios siguen teniendo con el pueblo. Empezando por deficiencias históricas como la salud, la educación o los transportes públicos y por la degradación del medio ambiente.
Vía Noticias de Ecoportal
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