martes, 3 de septiembre de 2013

La tripofobia o miedo a los agujeros podría tener una explicación evolutiva


Algunas personas manifiestan auténtico pánico, náuseas y sudores fríos cuando ven un montón de espuma con burbujas, un traje de lunares, una flor de loto, un panal de abejas, un puñado de troncos apilados, un ladrillo o una tableta de chocolate aireado. Se debe a que sufren tripofobia, es decir, miedo patológico a las figuras geométricas formadas por agujeros o dibujos repetidos y próximos de orificios. Este trastorno podría tener un origen evolutivo, según sugiere un nuevo estudio que acaba de publicar la Universidad de Essex en la revista Psychological Science.




















Vía Muy Interesante

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