El arbusto africano Synsepalum dulcificum da un fruto de color rojo brillante, del tamaño de una cereza, que se conoce como fruta mágica o milagrosa. Y todo porque, además de poseer un agradable sabor dulzón, contiene una proteína llamada miraculina que obstaculiza las papilas gustativas y, de ese modo, impide que la lengua perciba los sabores ácidos y amargos.
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario