La espesa capa de contaminación, con niveles calificados de “muy peligrosos”, que desde hace una semana afecta a algunas regiones del norte y centro de China, entre ellas Pekín, mantiene encerrados en casa a muchos ciudadanos, a los niños sin poder salir al patio en los colegios y a fábricas con la producción suspendida o reducida. La capital china ha vivido este miércoles su sexto día con nivel de alerta naranja por la polución -el segundo más alto de una escala de cuatro- desde que fue decretado por primera vez en la ciudad el viernes pasado. Pekín se ahoga envuelta en una neblina tóxica grisácea, que borra los edificios del paisaje y ha provocado que se agoten las mascarillas protectoras en comercios y páginas de Internet.
Vía Noticias de Ecoportal
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