Según la leyenda, nuestro padre el sol y el agua de la vida, un día soñaron con agraciar a los mágicos tesoros del planeta Tierra. Fue así, como una torrencial lluvia de verano, sería el preludio del más colorido regalo que alegraría al corazón de la Naturaleza. Poco a poco, el azulado cielo se acostumbró a disfrutar del gran espectáculo llamado arco iris, que evocaba toda la pureza reflejada en los ojos de la Pachamama.
Vía Noticias de Ecoportal
No hay comentarios:
Publicar un comentario