Su dolor era extremo, no comía, no nadaba, simplemente no era feliz, así que su dueño tenía dos opciones o lo mandaba a dormir o lo sometía a una operación. Decidido a darle otra oportunidad al pequeño pez dorado, decidió someterlo a una cirugía de alto riesgo para extraer el tumor cerebral que George tenía. […]
Vía Curiosidades
Vía Curiosidades
No hay comentarios:
Publicar un comentario