En los años 80, las farmacéuticas occidentales financiaron a una República Democrática Alemana en bancarrota, que consintió numerosos ensayos clínicos de ética dudosa. No existen documentos que verifiquen el consentimiento de los pacientes, que, en algunos casos, recibían placebo a pesar de padecer enfermedades graves.
Fuente: Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario