Tanto las experiencias positivas como las negativas influyen en cómo las variantes genéticas afectan a nuestro cerebro y, con ello, a nuestro comportamiento. La genética pues nos predispone a ser antisociales o a no serlo. Esta es la conclusión del último estudio llevado a cabo por la Universidad de Montreal (Canadá) y que publica la revista International Journal of Neuropsychopharmacology.
Vía Muy Interesante
No hay comentarios:
Publicar un comentario