A 160 kilómetros de profundidad, la temperatura alcanza los 2.000 grados centígrados y la presión oscila entre las 50.000 y las 100.000 atmósferas –a nivel del mar es de 1–. En ese entorno infernal nace uno de los elementos naturales más bellos de la Tierra, el diamante.
Vía Muy Interesante
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