“El amianto me caía en la boca, lo escupía y seguía trabajando”, relata Francisco Padilla, de 52 años, expuesto durante gran parte de su vida laboral a las fibras de este mineral letal que le produjo un cáncer y la extirpación del pulmón izquierdo, la pleura y parte del diafragma.
Vía Noticias de Ecoportal
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