El Cráneo 17 hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos) presenta dos orificios en el hueso frontal, por encima de la órbita ocular izquierda. Su estudio ha permitido demostrar que estos orificios se produjeron posiblemente por el impacto de un objeto duro justo antes o después de la muerte del individuo, cuando aún tenía tejido blando, según un estudio que publica la revista PlosOne.
Fuente: Noticias
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