lunes, 18 de mayo de 2015

Una isla recién formada, convertida en laboratorio biológico

En noviembre de 2013, una erupción volcánica hizo emerger una gran masa de tierra en el océano Pacífico, a unos mil kilómetros al sur de Tokio, que acabaría conectándose con la cercana isla de Nishinoshima, en el archipiélago de Ogasawara. En su mayor parte, la nueva formación, de 2,46 kilómetros cuadrados, que aún sigue extendiéndose, está integrada únicamente por rocas. Ahora, un equipo de biólogos ha observado que aunque el afloramiento es esencialmente una extensión yerma, la vida puede empezar a colonizarlo a partir de las deposiciones de las aves marinas.










Vía Muy Interesante

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