martes, 7 de julio de 2015

La farsa de negar el cambio climático

El cambio climático y los embaucadores

La tinta con que se escribió el Protocolo de Montreal todavía no se había secado cuando la ciencia que se ocupaba del ozono fue atacada** por corrupta y políticamente motivada, más o menos de la misma manera que hoy es atacada la ciencia ambiental. En 1995, la congresista republicana Dana Rohrabacher organizó un encuentro sobre "integridad científica" con la intención de desafiar a esa ciencia. Representantes de la industria privada y de laboratorios de ideas conservadores empezaron a manifestar que la ciencia que estaba detrás del Protocolo de Montreal era incorrecta, que resolver el problema sería devastador para la economía y que los científicos involucrados en eso estaba exagerando la amenaza para conseguir más dinero para sus investigaciones. El hoy tan conocido reclamo de que "no existía un consenso científico" –que pocas semanas más tarde mostró su completa falsedad con la concesión del premio Nobel a Rowland y Molina– en relación con la disminución del ozono fue incorporado en el Registro del Congreso.



Vía Noticias de Ecoportal

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