El intercambio de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo se interrumpió o, al menos, disminuyó sensiblemente hace algo menos de seis millones de años. Como consecuencia, en las costas mediterráneas se formaron grandes sedimentos de yeso por precipitación o incluso por la desecación total del mar, según algunas teorías. Ahora, una investigación de la Universidad de Salamanca revela que la acumulación de yeso también ocurrió en aguas profundas de alta mar, algo que no se creía posible.
Fuente: Noticias
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