La atracción entre individuos va más allá de la apariencia física. A la hora de establecer lazos afectivos y de cooperación intervienen otros factores, como la forma de actuar del otro, pero también mecanismos neuronales cruciales en las relaciones sociales. Un nuevo estudio demuestra que el cerebro activa estrategias de recompensa positivas cuando empatiza con los sentimientos de su interlocutor y confía en su capacidad para descifrarlos.
Fuente: Noticias
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