Los dueños de labradores retrievers coinciden en una cosa cuando acuden al veterinario: su perro está obsesionado con la comida. Ahora ya hay una explicación científica. Un nuevo estudio ha hallado una alteración genética en los labradores –sobre todo los elegidos como perros de asistencia– que demostraría por qué son más propensos a pedir comida. Se describe así el primer gen asociado con la obesidad canina.
Fuente: Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario