Hace unos 66 millones de años un dinosaurio se apoyó en el suelo y dejó marcadas las escamas de su piel en los lodos de la ribera de un río, ahora convertidos en roca sedimentaria en el yacimiento de Vallcebre en Barcelona. El hallazgo de esta impresión fósil de la superficie de su piel –que muestra en realidad su relieve original–, en una época muy cercana a su extinción, es un hallazgo único en Europa.
Fuente: Noticias
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