Como ocurre en los grupos humanos, los macacos Rhesus están condicionados por su situación social, un hecho que puede incluso perjudicar su salud. Un experimento con hembras demuestra que el estrés generado por permanecer en una categoría baja conlleva una inflamación crónica y una serie de enfermedades que se pueden revertir si el estatus social mejora.
Fuente: Noticias
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