El cultivo de olivar se enfrenta actualmente a numerosos problemas ambientales, debido a la aplicación de prácticas agrícolas convencionales como la eliminación de la cubierta vegetal, el arado intensivo o la utilización de plaguicidas y fertilizantes químicos. Una investigación de la Universidad de Granada pretende revertir el papel de la agricultura como fuente de CO2 y contribuir a su papel mitigador frente a los impactos del cambio climático.
Fuente: Noticias
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