Si un tren de alta velocidad circula a 300 km/h por zonas poco urbanizadas, es posible que algunos animales se vean sorprendidos a su paso. Es el caso de las aves como urracas, palomas, cornejas o ratoneros, cuya mortalidad por atropello no se había analizado ni cuantificado científicamente hasta el momento. Un estudio ha permitido ahora obtener las primeras estimaciones.
Fuente: Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario