En el otoño de 2016, gran parte de las nacras del Mediterráneo occidental desaparecieron masivamente. Un equipo de investigadores ha estudiado el intercambio genético que existía entre las diferentes grupos y revela que las poblaciones diezmadas podrían ser recolonizadas por poblaciones vecinas como la del delta del Ebro, que produce gran cantidad de larvas emigrantes.
Fuente: Noticias
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