Con la ayuda de expertos talladores, científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana han analizado de forma experimental las relaciones entre la anatomía de los brazos y la energía que gastaban nuestros antepasados prehistóricos cuando fabricaban herramientas líticas. Los resultados revelan que aquellos con antebrazos más cortos gastaban menos energía al tallar por la mayor eficacia de la palanca del brazo en el momento del golpe.
Fuente: Noticias
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