Los seres vivos, especialmente los microorganismos, tienen una capacidad sorprendente para adaptarse a los ambientes más extremos de nuestro planeta, pero quedan lugares en los que no pueden sobrevivir. Investigadores europeos han confirmado la ausencia de vida microbiana en las charcas saladas, calientes e hiperácidas del campo geotermal de Dallol, en Etiopía.
Fuente: Noticias
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