FOSL1, un gen no relacionado hasta ahora con tumores cerebrales, ejerce de “interruptor genético general” en el que responde peor al tratamiento: el glioblastoma mesenquimal. El descubrimiento lo han realizado investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y la Universidad de Medicina de Friburgo (Alemania).
Fuente: Noticias
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