Una expedición internacional ha conseguido localizar a 3.000 metros de profundidad, y en muy buen estado de conservación, los restos del navío con el que Ernest Shackleton trató de cruzar la Antártida a principios del siglo XX. Tras quedarse el navío atrapado en el hielo, su hundimiento propició una de las misiones de rescate más increíbles del siglo pasado.
Fuente: Noticias
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