El consumo crónico de este tipo de bebidas produce alteraciones en la microestructura cerebral que son notables en la sustancia blanca y que progresan incluso durante la abstinencia. Investigadores del Instituto de Neurociencias han conseguido proteger dicha sustancia al emplear la estimulación magnética transcraneal.
Fuente: Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario