Tras su despegue en el lanzador de la compañía estadounidense ULA, el módulo de aterrizaje Peregrine, cargado de instrumentos de la NASA y diminutos robots de una misión mexicana, ya viaja hacía la cara oculta de nuestro satélite, donde llegará el 23 de febrero. El cohete también lleva cenizas y muestras de ADN para una empresa especializada en 'enterramientos' espaciales.
Fuente: Noticias
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