viernes, 5 de abril de 2013

Los 20 ganadores más estrafalarios de los premios IgNobel (y II)

aSeguimos con la relación de los ganadores más estrambóticos del IgNobel, iniciada en la anterior entrega de este artículo:



  • 9 Un equipo de la Universidad de Pisa y de la Universidad de California, en San Diego, que establecieron que, desde un punto de vista bioquímico, el amor romántico es indistinguible del trastorno obsesivo-compulsivo (química, 2000).



  • 10 Chris Niswander, de Tucson, Arizona, por su equipo lógico que nos alerta cuando nuestro gato anda sobre el teclado del ordenador (informática, 2000).



  • 11 Arnd Leike, de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich, quien demostró que la espuma que hay en la parte superior de un vaso de cerveza obedece la ley matemática de la disminución exponencial (física, 2002).




  • 12 Un equipo de la Universidad de Keio, Japón, que logró adiestrar a palomas para que distinguieran un Picasso de un Monet (psicología, 1995).


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  • 14 Patricia V. Agostino, Santiago A. Plano y Diego A. Golombek, por demostrar que los hámsteres se recuperan más rápidamente del jet lag si se les proporciona Viagra (aviación, 2007).




  • 16 Geoffrey Miller, de la Universidad de Nuevo México, por demostrar que las bailarinas de regazo reciben propinas mayores cuando están ovulando (economía, 2008). Podéis leer más sobre la investigación aquí.



  • 17 Toshiyuki Nakagaki, de la Universidad de Hokkaido, por demostrar que los mixomicetos (hongos mucilaginosos) pueden orientarse en un laberinto (neurociencia cognitiva, 2008).



  • 18 Sharee Umpierre, de la Universidad de Puerto Rico, por demostrar que la Coca Cola es espermicida, y Chang-Ye Hong, de la Universidad Médica de Taipei, por demostrar que no lo es (química, 2008).



  • 19 El doctor Jack van Impe, teleevangelista estadounidense, por su afirmación de que “los agujeros negros cumplen todos los requisitos técnicos para constituir la localización del Infierno” (Astrofísica, 2001).



  • 20 El paciente Y y sus médicos en el Hospital Royal Gwent, de Newport, por un informe titulado “Un hombre que se pinchó el dedo y olió a podrido durante cinco años” (medicina, 1998). Podéis leer más sobre casos parecidos en Olores asquerosos que solo tú puedes oler.












Vía Xatakaciencia

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