viernes, 19 de julio de 2013

Nomofobia: esclavitud consentida del siglo XXI

Nos levantamos con el smartphone como despertador, por la noche lo utilizamos de linterna y si nos desvelamos lo miramos por si hemos recibido un mensaje. Cuando amanece encendemos el ordenador para revisar las noticias mientras desayunamos, en el transporte público vamos escuchando música a través del teléfono o jugando. En el trabajo, aunque sea en modo vibración, lo tenemos a mano y no nos importa recibir o contestar mensajes y siempre echamos un vistazo a nuestras redes sociales y direcciones de correo privadas en el ordenador.






Vía Noticias de Ecoportal

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