sábado, 6 de octubre de 2012

Hola amigos! Qué haciendo por aquí?

Parece que los fotógrafos recibieron una visita muy inesperada de un curioso amigo… Que enorme está ese oso polar, creo que de una mordida bien le aplasta la cabeza al hombre sin problemas…



Vía Curiosidades

Diez cosas que probablemente no sabía la semana pasada

BBC Mundo lo invita a repasar algunos de los datos más curiosos de la actualidad de esta semana.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

La laboriosa y pesada manera en que antes se cartografiaba el mundo o la Gran Medición Trigonométrica

ef6613e830d017a151f5d132261913ed.jpgLos primeros cartógrafos de la historia lo tenían crudo. No solo eran los que debían describir por primera vez cada cosa que veían, sino que empleaban un sistema tan laborioso y extenuante que, más que cartografiar, pareció que dieran a luz los mapas (con dolores, tras nueve meses de gestación).


Por ejemplo, la tecnología disponible entre los siglos XVIII y XIX para establecer la distancia entre dos puntos era extremadamente rudimentaria. Hoy en día, cuando vienen a tasarnos el piso que queremos vender, viene el de la inmobiliaria con un diminuto láser, dispara como en Star Wars, chiu chiu, y ya tiene los metros cuadrados de cada estancia. Antes, no.


Antes se debía recorrer el terreno centímetro a centímetro con una cadena de 20 metros, desplazándola como un árbitro de fútbol cada vez que se extendía por completo y poniendo siempre el máximo cuidado en mantenerla recta y a una altura constante (sobre caballetes de madera, si era preciso).


Es decir, que trazar una sola línea de 11 kilómetros podía suponer semanas de trabajo.



Pero para cartografiar un terreno no basta con disponer de la distancia entre dos puntos. Lo realmente complicado viene luego, tal y como lo explica Ken Jennings en su libro Un mapa en la cabeza:


Desde ambos extremos de la línea se utilizaba un voluminoso instrumento llamado teodolito para medir el ángulo de un único punto (tal vez la cima de una colina, o el campanario de una iglesia lejana). Con un poco de trigonometría básica, utilizando la longitud de la línea base y los dos ángulos se calculan las distancias que van de cada extremo al tercer punto. (…) Ahora cogemos uno de los extremos y el nuevo punto de referencia, y hacemos de esa distancia la línea base de un segundo triangulo, y de uno de los lados de ese triángulo la base de un tercero, y así sucesivamente.

Este trabajo tan minucioso y cansino se vuelve pesadillesco si tenemos en cuenta lo que implicó cartografiar la India Británica hace ya dos siglos: más de 40.000 triángulos como los anteriormente descritos en un trabajo que duró… 80 años. No en vano, a este trabajo colosal se le llama con el pomposo título de Gran Medición Trigonométrica.


4413927.jpgImaginaos el trabajo que supuso medir algo tan peligroso e inhóspito como un subcontinente con selvas frondosas llenas de bichos y las montañas más altas del mundo. Continuamente caían lluvias torrenciales. Y muchos topógrafos morían por la malaria.


El resultado, sin embargo, fue titánico para la época: pensad que la primera vez que se hizo algo así fue en Francia, una nación mucho menos, digamos, conflictiva (y, con todo, el primer mapa topográfico de una nación no la acabó quien lo empezó, Giovanni Cassini durante la década de 1670 sino su nieto, más de un siglo después.


550035-247x300.jpgPero volvamos a la Gran Medición Trigonométrica: permitió constituir la base de los únicos mapas del Tíbet disponibles durante los cincuenta años siguientes, y encumbró a la categoría héroes a unos hombres mal pagados cuyo sacrificio nos permitió descubrir cómo era el mundo, como James Rennell o Nain Singh.


James Rennell, el “padre de la geografía india”, casi perdió la vida en la frontera con Bután en 1776 cuando su pequeño grupo de cipayos fue atacado por cientos de faquires sanniasis, los cuales habían estado sembrando el terror en los pueblos de la zona. Armado únicamente con un alfanje, Rennell avanzó a través de dos líneas de bandidos y volvió a rastras al campamento británico, sangrando copiosamente por al menos cinco heridas de espada, una de ellas de más de 30 centímetros. El médico más cercano estaba a casi 500 kilómetros, pero, de algún modo, Renell se aferró a la vida, aunque después de sobrevivir al ataque nunca volvió a ser el mismo.

Unas aventuras al nivel de Indiana Jones simplemente para dibujar un mapa. Para que luego descubramos que cada vez se nos da peor lo de leer los mapas, tal y como explico en Ingraphicacy o por qué hay gente que no es capaz de entender un mapa .












Vía Xatakaciencia

Disparando una pistola bajo el agua en slow motion

disparo-kimber-1911-agua.jpgEl arma que dispara Terminator es una Hardballer Automatic Ami Long Slide calibre 45. Y la que dispara Harry el Sucio es una Smith & Wesson Model 29. Hoy no veréis esas armas en acción (para eso, os emplazo a revisar las películas), sino unas pistolas semiautomáticas Glock 22 y Kimber 1911 cargadas respectivamente con cartuchos del calibre 40 y 45.


Nada especial, si no fuera porque han sido disparadas bajo el agua. El autor es Andrew Tuohy, un militar estadounidense retirado que en la actualidad presta servicios de fotografía y vídeo a fabricantes de armas de fuego.


Disfrutadlo a continuación.




Vía | AbadíaDigital












Vía Xatakaciencia

Descubren dos agujeros conviviendo en el espacio

Científicos descubrieron un cúmulo de estrellas dentro a la Vía Láctea, donde conviven dos agujeros negros al parecer de forma “pacífica” y cuya existencia refuta una de las teorías más populares sobre estos fenómenos astronómicos.


El cúmulo globular M22 alberga un millón de estrellas y estos dos agujeros negros que, según los astrónomos que saben (o creían saber), no era posible que convivieran juntos. Según la teoría, este tipo de cúmulos con millones de estrellas producen agujeros negros constantemente, pero ninguno permanece dentro del cúmulo debido a la fuerza gravitacional que se genera ahí dentro.


“Los procesos físicos que esperamos que sucedan están de hecho teniendo lugar en el cúmulo: los agujeros negros son más masivos que las estrellas, lo que hace que emigren al centro del cúmulo e interactúen entre ellos, lo que a su vez causa que muchos agujeros negros sean expulsados de él (cúmulo)”, comentó a el astrónomo Jay Strader de la Universidad de Michigan.


Se cree que incluso la cantidad de hoyos negros que convivan en el mismo cúmulo aumente con el pasar de los años y que pueda albergar desde 5 hasta 100 agujeros negros.


Link: Two stellar-mass black holes in the globular cluster M22 (Nature)














Vía FayerWayer

¿Familia peluche imponiendo moda?

Pues resulta que una pasarela de moda en París Céline una marca de renombre presento sus modelos luciendo estos zapatos. Según informa Buzzfeed es la colección Primavera/Verano, la incluye una adición impactante: teñido de pieles bombas, ¿qué tal estos zapatitos? Aunque para todo hay gusto, parece ser que no terminaron convenciendo a muchos. Pero no [...]



Vía Curiosidades

Los 10 mejores gadgets de James Bond

James Bond cumple 50 años de aventuras como el espía más famoso y osado del Reino Unido. En medio siglo, mi nombre es Bond, James Bond, no ha dejado de sorprender con sus increíbles autos, porque le llueven las chicas, y por lo que nos convoca aquí: los gadgets.


Como todo agente secreto, Bond cuenta con un laboratorio a cargo de Q que se dedica a diseñar herramientas para que él las utilice en sus misiones. Se trata de aparatos que han contribuído a salvarle la vida más de una vez – o al menos para impresionar a las chicas. Aquí va un recuento de lo más notable aparecido en las películas.


Anteojos de rayos X



Pierce Brosnan lució este modelo de gafas en “El mundo no basta” (1999), que le permitían al espía obtener visión de rayos X y ver cosas ocultas, como por ejemplo, las armas que portaban sus enemigos.


“Dentonita”



Al revés de la pasta de dientes, la dentonita puede provocar agujeros no sólo en los dientes, sino que también en las murallas, el suelo, gente, etc. En “Con licencia para matar” (1989), esta pasta venía con un detonador con forma de caja de cigarrillos.


Reloj televisor



No tenemos idea por qué todavía no existe, aunque tampoco está muy claro cuán práctico sería un reloj con televisor. En “Octopussy” (1983), Bond luce un modelo Seiko que no sólo dice la hora.


Reloj de campo magnético



Este reloj apareció en “Vive y deja morir” (1973), y se trata de un Rolex capaz de convertirse en un magneto tan poderoso que incluso podría desviar la trayectoria de una bala (que fuera de metal y no de plomo) a larga distancia. También podía atraer otras cosas de metal, asunto demostrado con una cuchara.


Jetpack de cohetes



odavía estamos esperando los jetpacks en el mundo real. James Bond usó uno en 1965 en la película “Thunderball” con Sean Connery, para escapar de los malos.


Auto submarino


Click aqui para ver el video.


En 1977 en “La espía que me amó”, James Bond escapa haciendo que su Lotus Esprit se convierta en un submarino, conduciéndolo bajo el agua.


Aston Martin que desaparece


Click aqui para ver el video.


En el video de arriba, saltar hasta el minuto 3:10. En “Otro día para morir” (2002), James Bond obtiene un auto que se vuelve invisible. No transparente, sino que invisible a la vista, totalmente. Queremos uno.


Teléfono móvil con shock eléctrico y control remoto


Click aqui para ver el video.


Este modelo Ericsson apareció en “El mañana nunca muere” (1997) e incluía una serie de agregados, como una pistola de choque eléctrico que podía descargar 20.000 volts a un usuario no autorizado. Bond lo usó también para freír el mecanismo de cierre de una puerta. También incluía un lector de huellas digitales, una antena que se podía usar para abrir cerrojos, y un control remoto para su BMW 750iL.


El BMW 750iL



El teléfono de arriba no sería suficiente sin este auto, que además de ser controlado por control remoto vía teléfono móvil, venía con un arsenal de armas, es a prueba de balas, dispara misiles desde el techo, granadas, y más.


El maletín



El maletín es un accesorio recurrente para James Bond, pero particularmente en “Desde Rusia con amor” (1963), contenía un rifle sniper AR-7 que se doblaba en partes, 40 cajas de municiones, un cuchillo para lanzar, una botella de gas lacrimógeno y más.


No hay duda de que hay muchos gadgets más que no salieron en esta lista. ¿Cuál es tu favorito? Cuéntanos en los comentarios.














Vía FayerWayer