sábado, 15 de junio de 2019

Este deporte tiende a deshumanizar al oponente

Este deporte tiende a deshumanizar al oponente

No, no es el fútbol, aunque también sea una poderosa herramienta para crear dicotonomías "ellos" VS "nosotros". Es el balón prisionero. Este deporte, según un nuevo estudio que se publicará en la revista European Physical Education Review, es muy eficiente a la hora de cosificar a los oponentes, hasta el punto de que los deshumaniza.

Es decir, que uno de los juegos más comunes de las clases de gimnasia está siendo usado como una herramienta de "opresión", según este equipo de investigadores canadienses.

El balón prisionero, en pocas palabras, es un campo de juego dividido en dos, como en el voleibol. El objetivo consiste en eliminar a todos los jugadores contrarios. Para ello, basta con golpearles con la pelota sin que lleguen a cogerla con las manos antes de que toque el suelo. El jugador golpeado abandona el campo de juego y pasa a situarse fuera, detrás del campo enemigo. Allí tiene la posibilidad de atrapar la pelota si esta traspasa el campo y devolverla a su equipo.

Los investigadores observaron que los estudiantes más atléticos y con mayor autoridad en la clase establecieron reglas y prácticas sin la participación de otros estudiantes, incluida la creación de sus propios equipos, lo que les permitió agruparse con otros estudiantes similares.

Los entrevistadores profundizaron en cómo se sentían muchos jugadores realizando diveras entrevistas. La mayoría no se divertían con el balón prisionero. Su tesis, perfectamente discutible, ha sido contrapuesta con la teoría política de Iris Marion Young y su cinco facetas o caras de la opresión, sugiriendo en el balón prisionero se cumplen todas:

  • Explotación: utilizar el trabajo de otras personas para beneficiarse uno mismo.
  • Marginalización: relegar un grupo de baja categoría al borde de la sociedad.
  • Impotencia: Los relegados tienen falta de autonomía.
  • Imperialismo cultural: el establecimiento de las normas y costumbres de la clase dominante como norma.
  • Violencia: los miembros de un grupo de baja categoría saben que pueden estar sujetos a ataques no provocados al azar.

Hacer deporte es importante. Cosificar es peligroso. Tal vez en cualquier deporte basado en un fomato adversarial existan estas "opresiones", pero de forma figurada, puntual, como parte del juego o de lo lúdico, así que no habría que preocuparse demasiado por ello. Los niños que practican deportes en los que compiten contra otros, ya sea fútbol, baloncesto, tenis, karate, esquí, natación o cualquier otra disciplina, aprenden en el camino una serie de valores que, forjarán su carácter.

Con todo, vale la pena tener en cuenta este punto de vista a la hora de reflexionar a propósito del grado de importancia que le damos a los deportes competitivos. Sobre todo esos padres que se ponen entre el público a gritar insultos a los oponentes de su hijo.

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Vía Xataka Ciencia

¿Nos estamos volviendo menos inteligentes? Por primera vez, parece que sí (al menos en los noruegos)

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Según nuevo estudio llevado a cabo en Noruega, estadísticamente el CI se está reduciendo. Alrededor de siete puntos por generación.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores del Centro Ragnar Frisch de Investigación Económica de Noruega analizaron 730 000 pruebas de inteligencia que se realizaron a hombres noruegos antes del servicio militar obligatorio desde 1970 hasta 2009. Este dato contradice así que, por el llamado efecto Flynn, cada generación era más inteligente que la anterior.

¿Efecto Flynn?

A finales de 1970, un filósofo americano y activista de los derechos civiles llamado James Flynn empezó a investigar la historia de los coeficientes de inteligencia. Al bucear en los archivos militares, Flynn descubrió que las puntuaciones de los afroamericanos habían subido espectacularmente en el último cuarto de siglo.

Independientemente de la etnia, la clase social o el nivel educativo, los americanos se estaban volviendo más inteligentes a medida que transcurrían los años. Flynn cuantificó este cambio: en 40 años, la población americana había ganado 13,8 puntos de media de coeficiente intelectual.

El efecto Flynn, sin embargo, parece haber llegado a su fin. Al menos entre los noruegos. Pero ¿por qué está pasando esto?

Hay una gran cantidad de posibles explicaciones que aún se están explorando, desde problemas ambientales y dietas deficitarias o poco saludables hasta falta de ejercicio y pasar demasiado tiempo delante de una pantalla.

Pero hay un factor que quizá sea más importante que el resto: las pruebas de CI están diseñadas para depender más de la memorización, mientras que las escuelas e incluso los dispositivos electrónicos utilizados por los estudiantes dependen de la capacidad de encontrar cosas a través de Google y otros medios, no tanto memorizar.

Habrá que seguir investigando y encontrar las causas. Si es que no queremos acabar todos, como sociedad, como en la película Idiocracia.
Imagen | Hey Paul Studios

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Tu cerebro se estropea si tienes hábitos alimentarios no saludables y no haces ejercicio

Tu cerebro se estropea si tienes hábitos alimentarios no saludables y no haces ejercicio

Los hábitos alimentarios no saludables y la falta de ejercicio durante períodos prolongados de tiempo los ponen en grave riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y disminuciones significativas en la función cerebral, como la demencia y la contracción cerebral.

Es lo que sugiere Nicolas Cherbuin, autor principal de una nueva investigación publicada en Frontiers in Neuroendocrinology: concretamente, la salud cerebral puede disminuir mucho antes de lo que se creía, debido, en gran parte, a una sociedad que promueve elecciones de estilo de vida poco saludables.

Ponerse en forma lo antes posible

Una comida rápida estándar de una hamburguesa, patatas fritas y refresco aporta aproximadamente 650 kilocalorías, la cantidad extra que la gente en todo el mundo, en promedio, consume cada día en comparación con lo que comía en la década de 1970. Comemos más que nunca. Por eso también hay más sobrepeso que nunca, y también mayores índices de diabetes tipo 2.

Según Cherbuin, el daño causado por estos hábitos es bastante irreversible una vez que la persona llega a la mediana edad, por lo que deberíamos empezar a comer de manera saludable y se ponernos en forma lo antes posible, preferiblemente en la infancia. Los esfuerzos actuales para protegerse contra el deterioro de la salud cerebral a menudo son demasiado pocos, o demasiado tarde.

El problema es que este deterioro se hace más evidente en edades avanzadas, cuando ya no hay posibilidad de hacer nada para solucionarlo o prevenirlo.

Para llegar a estas conclusiones, la investigación revisó los resultados de unos 200 estudios internacionales, incluido el proyecto Personality & Total Health (PATH) Through Life, que ha seguido la salud cerebral y el envejecimiento de más de 7 000 personas en Australia.

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Vía Xataka Ciencia

Plásticos y combustibles ecológicos producidos por nano-organismos que funcionan con luz y consume dióxido de carbono

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Un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder han desarrollado organismos nanobio-híbridos capaces de usar dióxido de carbono y nitrógeno en el aire para producir una variedad de plásticos y combustibles.

Al usar puntos cuánticos activados por la luz (que son semiconductores diminutos similares a los utilizados en televisores) para disparar enzimas particulares dentro de las células microbianas, fueron capaces de concebir "fábricas vivientes" que consumen CO2 dañino y lo convierten en productos útiles como plástico biodegradable, gasolina, amoníaco y biodiesel.

Un futuro cercano

Según explica Prashant Nagpal, autor principal de la investigación y profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Química y Biológica de Boulder:

Estamos estudiando una técnica que podría mejorar la captura de CO2 para combatir el cambio climático y un día incluso podría reemplazar la fabricación intensiva de carbono para plásticos y combustibles.

Los puntos cuánticos se pueden inyectar en las células de forma pasiva y están diseñados para unirse y autoensamblarse a las enzimas deseadas y luego activar estas enzimas en el comando utilizando longitudes de onda de luz específicas. Así, la exposición a pequeñas cantidades de luz solar indirecta activaría el apetito de CO2 de los microbios, sin la necesidad de ninguna fuente de energía o alimento para llevar a cabo las conversiones bioquímicas de uso intensivo de energía.

Los microbios, que permanecen latentes en el agua, liberan su producto resultante a la superficie, donde se puede extraer y recolectar para su fabricación. Las diferentes combinaciones de puntos y luz producen diferentes productos: las longitudes de onda verdes hacen que las bacterias consuman nitrógeno y produzcan amoníaco, mientras que las longitudes de onda más rojas hacen que los microbios se alimenten del CO2 para producir plástico.

El escenario futurista ideal, según Nagpal, sería tener hogares y empresas unifamiliares que canalicen sus emisiones de CO2 directamente a un estanque cercano, donde los microbios las convertirían en un bioplástico.

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