Algunos países como Reino Unido plantean incluir en su legislación de bienestar animal a los moluscos cefalópodos y crustáceos decápodos, después de considerarlos seres sintientes. Multitud de estudios científicos avalan que estos invertebrados sienten dolor y otras emociones, lo que abre un dilema moral y ético en las decisiones políticas de muchos estados, según un análisis publicado hoy en la revista Science .
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