sábado, 1 de febrero de 2020

Debemos exigir un mayor control de los algoritmos: nuestra libertad está en juego

Debemos exigir un mayor control de los algoritmos: nuestra libertad está en juego

Los algoritmos que se usan en las redes sociales no solo está clasificando los contenidos en función de su popularidad, no solo nos ofrece unos u otros contenidos en función de nuestras supuestas preferencias, no solo trata de captar nuestra atención lo máximo posible con el siguiente contenido... de algún modo están condicionando de manera permanente nuestra manera de percibir el mundo.

Ante lo cual se requiere un exhaustivo análisis de lo que los algoritmos hacen, cómo lo hacen y de qué formas podríamos cambiarlos para que ello redunde en contenidos que resulten más aptos para todos, no en términos de diversión, sino sobre todo en términos de libertad (entendida ésta como conocimiento, oferta plural y acceso a todas las opciones disponibles).

Violencia infraestructural

James Bridle, un artista británico que ha estudiado los efectos de los algoritmos, ha bautizado a estas dinámicas como "violencia infraestructural": una forma de coerción invisible que ni siquiera somos capaces de captarla o hablar de ella.

Los algoritmos, sencillamente, están alimentando nuestros sesgos, cuando, habida cuenta de que ante nosotros se nos abre la Biblioteca de Alejandría, deberían estar invitándonos a liberarnos de ellos.

La razón última es que los algoritmos no están diseñados para hacer del mundo un lugar mejor, ni siquiera para que podamos ser ciudadanos informados: sencillamente están diseñados para que nos enganchemos, para nuestra atención se convierta en el bien más preciado.

Paul Mason, autor de Por un futuro brillante, reclama decretar una utilización ética de los algoritmos, con una obligación revelación de los mismos, para que los modelos de negocio no se basen tanto en captar nuestra atención o en volvernos adictos de lo que estamos viendo; ni siquiera para darnos la razón continuamente a propósito de todo lo que creemos, propiciando las burbujas ideológicas.

Tenemos que oponernos a todo lo que reduzca nuestro control consciente sobre nuestro entorno de trabajo, o sobre nuestra libertad de elección racional, o sobre nuestra libertad en general. Y no llevados de la tecnofobia, sino del deseo de mejorar las máquinas, de mejorar y hacer más transparentes los algoritmos, de aumentar nuestro control.

Ante lo cual, resulta perentorio no solo sacar a la luz dichos algoritmos, sino exigir cierta responsabilidad social ante los mismos, a fin de que no solo prevalezcan los beneficios económicos de las empresas (obviando los efectos secundarios), sino que también podamos aprovecharnos como sociedad de una de las mayores herramientas de la historia de la humanidad.

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La noticia Debemos exigir un mayor control de los algoritmos: nuestra libertad está en juego fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

El 'Todo viene de un huevo' de Harvey es una afirmación simple que fue revolucionaria en su época

El 'Todo viene de un huevo' de Harvey es una afirmación simple que fue revolucionaria en su época

Hay muchos organismos que no se originan a través de huevos, como las bacterias o los hongos; sin embargo, afirmar que todo organismo vivo procede de un huevo fue de todo punto una afirmación revolucionaria para la época. Una afirmación vertida por William Harvey.

"Ex ovo omnia" es lo que anunca el frontispicio de Exercitationes de generatione animalium (1651) de William Harvey, doctor inglés del siglo XVII y en su día médico de Jacobo I de Inglaterra.

Afirmación (no) descabellada

"Huevo" es, en sentido estricto, un recipiente que contiene la célula fecundada, el cigoto con el que los genes masculinos de un espermatozoide se combinan con los genes femeninos del óvulo.

Eso también incluye a los humanos. Por eso, en una época donde aún no se había visto un óvulo humano, era cuando menos aventurado afirmar que todo procede de un huevo, y que los seres humanos tienen un origen similar al de las aves y al de los anfibios.

Por eso Harvey fue un pionero, tal y como explica Philip Ball en su libro Cómo crear un ser humano:

La veracidad de la visión de Harvey solo podría percibirse en cuanto la biología adquiriese la idea de la célula, la "unidad fundamental de los organismos vivos". Esa visión suele atribuirse al compatriota y casi contemporáneo de Harvey, Robert Hooke, que hizo el uso más productivo del entonces recién inventado microscopio en las décadas de 1660 y 1670.

Havey, pues, no lo observó como tal, pero fue el primero en sugerir que los seres humanos y otros mamíferos albergan una especie de “huevo” que contiene al individuo sucesor; teoría criticada por la comunidad científica del momento.

Harvey murió el 3 de junio de 1657 en Londres. Nueve años más tarde, en 1666, el conocido como Gran Incendio de Londres arrasa la capital inglesa y destruye por completo el Colegio de Médicos, en el que se conservaban gran parte de sus notas y manuscritos.

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Libros que nos inspiran: 'Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas', de Jordi Pereyra

Libros que nos inspiran: 'Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas', de Jordi Pereyra

Todas las cosas que nos rodean pueden ser suscetibles de ser interrogadas, tanto por su aspecto, como su funcionamiento, como sus efectos... cada pregunta puede ir penetrando, una a una, en más y más capas de comprensión. Pero, como un niño que siempre repite "¿por qué?" a renglón seguido de que se le responda a algo, siempre hay otra capa en la que poder penetrar.

Eso nos lo demuestra Jordi Pereyra en Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas, sobre todo en lo tocante a las preguntas que parece que tienen menos mordiente, las que esperaríamos que tienen respuestas más obvias, pero Pereyra nos demuestra que no. Y que todo puede estar conectado con todo. Y que la pregunta más tonta da para entrar en temas capaces de hacerte explotar la cabeza.

Admirador de Munroe

Pereyra, en las primeras páginas del libro, se declara admirador de Randall Munroe (nosotros también lo somos), y eso se nota a la legua no solo en la pasión que Pereyra exuda con cada una de las explicaciones que ofrece a los misterios más cotidianos, sino en su anhelo por no dejar puntada sin hilo sin prescindir del humor.

Hay libros que simplemente responden notarialmente a las cuestiones que se presentan, como un manual universitario, como la acepción en un diccionario, sin pasión, sin emoción, y, sobre todo, sin importar si la explicación oscurece más que ilumina. Total, ésa es la explicación, la que se ha repetido incesantemente desde el principio.

Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas: Curiosidades que solo la ciencia puede explicar (Contextos)

Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas: Curiosidades que solo la ciencia puede explicar (Contextos)

Pereyra no incurre en esa pereza. No solo hace un admirable esfuerzo por explicar las cosas de otra forma más asequible (o más entretenida), sino que se mete en la cabeza del lector para adelantarse a las dudas que a éste le pudieran salir al paso. Lo que evidencia que Pereyra no solo es un gran narrador, sino que le preocupa, ante todo, que el lector quede satisfecho con la explicación. Que no haya ningún resquicio de duda. Un buen ejemplo es el siguiente:

A medida que el agua se evapore, los átomos de cloro y de sodio disueltos que contiene se unirán de nuevo y formarán una capa cada vez más gruesa de pequeños cristales de sal en el fondo. Espera, espera, que me acabo de perder. ¿Cómo que 'cristales' de sal? ¿Es el mismo material de los cristales de las ventanas? Ah, no, no, perdona, voz cursiva. En nuestro día a día solemos llamar cristal al material transparente del que están compuestas las ventanas o las botellas, pero, en realidad, una palabra más apropiada para esta sustancia sería vidrio. Si nos ponemos técnicos, un cristal es cualquier sólido que esté compuesto por átomos que forman una estructura ordenada.

Por esta razón, el libro de Pereyra ha sido fuente de inspiración en Xataka Ciencia para redactar algún que otra entrada, tal que éste: Cómo este elemento descubierto en Transilvania hace que nuestro cuerpo huela a ajo durante muchos días.

Los humanos tenemos la extraña manía de hacernos preguntas. Muchas. Todos los días. Pero a veces, por más que lo intentemos y aunque no nos guste admitirlo, no solo no encontramos las respuestas, sino que ni tan siquiera sabemos dónde ir a buscarlas. ¿O es que nunca os habéis preguntado por qué saltan chispas cuando metemos un metal en el microondas? Sin embargo, la verdadera pregunta es esta: ¿dónde están las respuestas? Pues en la ciencia, ¿dónde si no? El problema es que la ciencia a veces se convierte en algo oscuro e ininteligible, y por mucho que googleemos nuestras dudas, no hay quien entienda los resultados. Tranquilos, tenemos la solución. Jordi Pereyra, autor del blog y canal de YouTube «Ciencia de Sofá», nos resolverá todas las dudas en Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas.

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Hay otro animal cuyo cerebro presenta una complejidad similar al cerebro de un perro: el calamar

Hay otro animal cuyo cerebro presenta una complejidad similar al cerebro de un perro: el calamar

Tras completarse un mapa de su cerebro centrado en las conexiones neuronales, se ha constatado que el cerebro del calamar era, como se sospechaba, muy complejo, tanto como el de un perro, según explica Wen-Sung Chung, del Queensland Brain Institute de la Universidad de Queensland.

Los cefalópodos modernos, un grupo que incluye pulpos, sepias y calamares, tienen cerebros famosos y complejos. Al menos en número de neuronas, superan a ratas y ratones.

Sepioteuthis lessoniana

Algunos cefalópodos tienen más de 500 millones de neuronas, en comparación con 200 millones para una rata y 20,000 para un molusco normal. Ahora se han estudiado más a fondo sus conexiones en aras de desvelar el secreto del calamar para camuflarse al instante. Según explica Chung, autor principal de este estudio:

Esta es la primera vez que se utiliza la tecnología moderna para explorar el cerebro de este increíble animal, y propusimos 145 nuevas conexiones y vías, más del 60 por ciento de las cuales están vinculadas a la visión y los sistemas motores.

Algunos ejemplos de comportamiento complejo de cefalópodos incluyen la capacidad de camuflarse a pesar de ser daltónicos, contar, reconocer patrones, resolver problemas y comunicarse utilizando una variedad de señales.

Podemos ver que muchos circuitos neuronales están dedicados al camuflaje y la comunicación visual. Otorgando al calamar una capacidad única para evadir a los depredadores, cazar y comunicarse de manera específica con cambios dinámicos de color.

Concretamente, el estudio incluyó el uso de técnicas como la resonancia magnética en el cerebro del calamar de arrecife Sepioteuthis lessoniana.

Por ejemplo, este estudio propone varias redes nuevas de neuronas a cargo de los comportamientos guiados visualmente, como la locomoción y el camuflaje de sombreado, cuando los calamares muestran diferentes colores en la parte superior e inferior de sus cuerpos para que se mezclen con el fondo, ya sea que estén siendo vistos desde arriba o abajo.

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Vía Xataka Ciencia

Cómo este elemento descubierto en Transilvania hace que nuestro cuerpo huela a ajo durante muchos días

Cómo este elemento descubierto en Transilvania hace que nuestro cuerpo huela a ajo durante muchos días

Si tuviéramos que internarnos en los aposentos del conde Drácula, quizá más eficaz que colgarse una ristra de ajos del cuello sería entrar en contacto con el telurio, un elemento químico descubierto en 1782 en minerales de oro por Franz-Joseph Müller von Reichenstein, inspector jefe de minas en Transilvania (Rumanía).

Casualmente, este elemento descubierto en Transilvania tiene la particularidad de que puede hacernos atufar a ajo durante horas, días e incluso meses.

Telurio

Basta con que lo ingiramos o lo inhalemos en forma de polvo para que este metaloide que no tiene ningún olor en concreto sea metabolizado por nuestro cuerpo y se convierta entonces en dimetil telurio, un compuesto orgánico volátil que se caracteriza por tener un fuerte olor a ajo, tal y como explica Jordi Pereyra en su libro Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas:

Por tanto, si ingerimos o inhalamos telurio, exudaremos dimetil telurio a través de la piel o del aliento y nuestro olor corporal empeorará bastante... y lo peor de todo es que este síntoma tan desagradable se puede prolongar durante meses incluso aunque la dosis de telurio absorbida sea muy pequeña.

William Reisert, es un médico que en mayo de 1883 tomó tres dosis de cinco miligramos de óxido de telurio para comprobar hasta qué punto era capaz de conferirle el superpoder de oler a ajo a todas horas, y así describe la experiencia:

Quince minutos después de la primera dosis, el aliento tenía un fuerte olor similar al ajo, y, tras una hora, se observó un sabor metálico. Una hora después de la segunda dosis, la orina y el sudor también adoptaron un olor a ajo, que además se empezó a observar en las heces el 12 de mayo. El sabor metálico fue experimentado durante 72 horas, y el olor a ajo duró 382 horas en la orina, 452 horas en el sudor, 79 días en las heces, y en el aliento aún estaba presente, aunque de manera muy tenue, después de 237 días.

En abril de 2017 se publicó el hallazgo del mayor yacimiento de telurio del mundo, en aguas de las Islas Canarias (España), en los montes submarinos situados dentro de las aguas canarias llamadas "las abuelas de Canarias" (Drago, Bimbache, Ico, Pelicar, Malpaso, Tortuga e Infinito y Las Abuelas).

Se calcula que el yacimiento tiene un total de unas 2670 toneladas de Telurio, unas 50.000 veces más que el hallazgo más grande encontrado hasta ahora.

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Inteligencia artificial y cero emisiones es lo que promete este nuevo tractor autónomo

Inteligencia artificial y cero emisiones es lo que promete este nuevo tractor autónomo

X-tractor, que incorpora inteligencia artificial para realizar por sí solo las labores agrícolas, ha sido concebido por la compañía japonesa Kubota, como podéis ver en el siguiente vídeo.

Además, este tractor dotado de un sistema de orugas utiliza una combinación de baterías de iones de litio y solares para moverse, lo que lo convierte en un vehículo de cero emisiones.

X-tractor

El vehículo puede cambiar la altura para bajar el centro de gravedad o elevar la plataforma operativa por encima de los cultivos.

De igual modo, los motores que incorpora en las ruedas del tren motriz eléctrico hacen posible que el prototipo cambie momentáneamente la velocidad de los cuatro rastreadores con tal de reducir el radio de giro del tractor. Así, facilita considerablemente las maniobras en distintos tipos de tierra.

Según explican los responsables de Kubota:

La inteligencia artificial permite una "conducción autónoma estable, incluso en arrozales húmedos y terrenos irregulares. Este tractor de ensueño es un tractor completamente autónomo que representa el futuro de la agricultura.

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Vía Xataka Ciencia

Compara la gravedad del nuevo coronavirus con brotes de virus zoonóticos del pasado, en un gráfico simple

Compara la gravedad del nuevo coronavirus con brotes de virus zoonóticos del pasado, en un gráfico simple

Desde el 31 de diciembre, el coronavirus de Wuhan ha matado al menos a 170 personas e infectado a más de 8.000 en 20 países, incluido Estados Unidos. Sin embargo, el brote no se considera actualmente una pandemia, a pesar de su rápida propagación.

Con todo, para poner las cosas en perspectiva, nada como la siguiente tabla que compara el coronavirus de China con otros brotes de virus importantes procedentes de animales que han tenido lugar en el último medio siglo. Lo primero que vemos es que el coronavirus de Wuhan tiene una tasa de mortalidad muy baja.

Tabla comparativa

Más del 75 % de las enfermedades emergentes se originan en animales: se llaman enfermedades zoonóticas, lo que significa que pueden saltar de animales a personas. Al menos 10 brotes en el siglo pasado se han propagado a los humanos de mamíferos como murciélagos, pájaros y cerdos.

El ébola saltó de los murciélagos de la fruta en África occidental hace 40 años y ha matado a más de 13.500 personas en múltiples brotes. El virus Marberg, el SARS (síndrome respiratorio agudo severo), MERS (síndrome respiratorio del Medio Oriente) y Nipah también se originaron en murciélagos.

Por su parte, la gripe aviar H7N9 y H5N9 saltó de aves de corral infectadas a personas en los mercados chinos, matando a más de 1.000 personas. La pandemia de gripe porcina 2009-2010 (también conocida como H1N1) comenzó en los cerdos. Mató a casi 300.000 personas en una pandemia mundial y se extendió a 214 países en menos de un año.

VIRUS

AÑO IDENTIFICACIÓN

CASOS

MUERTES

PORCENTAJE DE MUERTES

NÚMERO DE PAÍSES

Marberg

1967

466

373

80 %

11

Ébola

1976

33.577

13.562

40,40 %

9

Hendra

1994

7

4

57 %

1

H5N1

1997

861

455

52,80 %

18

Nipah

1998

513

398

77,60 %

2

SARS

2002

8.096

774

9,60 %

29

H1N1

2009

1.632.258

284.500

17,40 %

214

MERS

2012

2.494

858

34,40 %

28

H7N9

2013

1.568

616

39, 30 %

3

Whuhan

2020

8.149

170

2 %

20

Vía | Science Alert

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Vía Xataka Ciencia