Hace 73.000 años, en Sudáfrica, una mujer o un hombre primitivo dibujó sobre una roca un patrón de rayas rojas de manera intencionada con una cera de polvo de ocre. La pintura de líneas cruzadas en forma de hashtag se considera el dibujo más antiguo de la historia.
La Organización Mundial de la Salud ha anunciado que durante este año se registraron 18,1 millones de nuevos casos de cáncer y 9,6 millones de personas murieron por esta enfermedad. Entre los factores responsables destacan el crecimiento de la población, el envejecimiento y cambios en estilos de vida propios de países industrializados.
Al momento de perder peso podemos acudir a variedad de estrategias, entre ellas muchas dietas acuden al estado de cetosis para adelgazar, por ello te contamos sus beneficios y sus riesgos según la ciencia.
La cetosis es la formación de cuerpos cetónicos. Consiste en un estado metabólico durante el cual se producen grandes cantidades de estos compuestos para usarse como fuente de energía cuando los hidratos de carbono se reducen considerablemente o se eliminan de la dieta.
Es un proceso mediante el cual el organismo se garantiza la supervivencia, ya que cuando no hay hidratos de carbono y por lo tanto glucosa que es el combustible energético de muchos órganos, el cuerpo comienza a utilizar sólo grasas como fuente de energía.
Así, aunque la principal fuente de energía de nuestros órganos es la glucosa, el organismo tiene la capacidad de usar grandes cantidades de lípidos en su reemplazo, usando no sólo las grasas almacenadas en sangre sino también las que consumimos.
Dada la marcada quema de grasas que se produce en el cuerpo, se acumula en el organismo un compuesto denominado AcetilCoA que finalmente se utiliza para formar los cuerpos cetónicos: acetoacetato, D-3 hidroxibutirato y acetona.
Aunque la cetosis puede dar origen a una cetoacidosis, esta última es otro estado metabólico ocasionado por la presencia en exceso de cuerpos cetónicos en la sangre.
Cuando hay muchos cuerpos cetónicos y el cuerpo es incapaz de filtrarlos o eliminar su exceso por orina como ocurre en personas normales, el organismo puede sufrir una acidez metabólica brindada por el carácter ácido de los cuerpos cetónicos y así, experimentar una cetoacidosis.
Esta última es muy frecuente en quienes tienen una diabetes descontrolada y puede resultar fatal para el organismo si no se controla efectivamente.
Una vez que entramos en cetosis y ya con los cuerpos cetónicos circulando en el cuerpo, podemos experimentar diferentes beneficios y también, algunos riesgos:
Dada la gran movilización de grasas que se requiere para entrar en cetosis, este proceso es muy efectivo para adelgazar o perder peso.
No sólo permite quemar grasas en poco tiempo sino también produce saciedad y reduce considerablemente el apetito como señala un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition.
Asimismo, las dietas que favorecen la cetosis tienen un efecto anticatabólico y mejoran la composición corporal al preservar masa magra o muscular y reducir la proporción de masa grasa, razón por la cual muchas veces se usa para lograr definición muscular.
Por otro lado, como señala una investigación realizada en España las dietas que inducen cetosis reducen los triglicéridos y coleterol total, disminuye al glucosa basa y la insulina, disminuyendo las probabilidades de sufrir resistencia a esta hormona.
Así, las dietas cetogénicas podrían ser de ayuda para prevenir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2, entre otras patologías metabólicas como las dislipemias por ejemplo.
Las dietas que inducen cetosis pueden producir mejoras metabólicas considerables y ayudar a prevenir enfermedades
Con dietas que inducen cetosis se pueden controlar diversas patologías. Por ejemplo se tratan casos de epilepsia refractaria cuando los fármacos no dan los resultados esperados y produce muy buenos efectos por lo que debería considerarse como alternativa terapéutica según concluye un estudio de la Revista Chilena de Pediatria.
De igual forma, entrar en estado de cetosis podría ser de ayuda en el tratamiento de enfermedades metabólicas congénitas como deficiencia de GLUT1, deficiencia de priuvato deshidragenasa y otras como señala un estudio publicado en 2012.
Aunque la cetosis puede ofrecer muchas ventajas, debemos saber que este estado no está libre de riesgos, sino que se trata de un proceso con el que no podemos vivir por largo tiempo y que requiere de control cuando se induce en el cuerpo humano
Al momento de adelgazar una dieta cetogénica no logra una verdadera adherencia o lo que es igual, no es sostenible a largo plazo debido en gran parte a que se requiere de una dieta estricta para sostener dicho estado de cetosis en el tiempo.
Por otro lado, dieta cetogénica mal controlada o una cetosis que se produce sin ser inducida puede dar origen a desequilibrios electrolíticos y deshidratación severa, lo cual si no se trata también resulta fatal como en el caso de quienes padecen cetoacidosis como se ha reportado en el año 2006 ante el seguimiento de la dieta Atkins.
Entre otros efectos secundarios menores puede producirse una caída del rendimiento cognitivo como señalan científicos estadounidenses, situación que puede revertirse a medida que se prolonga el estado de cetosis.
También se puede experimentar mareos, mal aliento, náuseas, estreñimiento, fatiga, cólicos (sobre todo cuando se usan TCM o triglicéridos de cadena media), cefaleas, entre otras consecuencias de menor importancia.
Para alcanzar un estado de cetosis o para formar cuerpos cetónicos es requisito la restricción de hidratos de carbono, es decir, debemos limitar considerablemente la principal fuente de energía de nuestro cuerpo eliminando tanto azúcares simples como hidratos complejos.
Así en una dieta normal los hidratos ofrecen entre 40 y 60% de las calorías del día, mientras que en una dieta cetogénica o dieta keto dicho porcentaje se reduce a menos de 10 cada día.
La norma indica que no se deben superar los 20 gramos de hidratos ingeridos cada día para que el cuerpo utilice las reservas de glucógeno hasta acabarlas y después, comience a oxidar grasas únicamente para alcanzar la cetosis.
Así, en una dieta que induce cetosis la mayor parte de las calorías derivan de las grasas: 60-75%, mientras que las proteínas cubren entre 25 y 30% de la energía del día y por ello, los hidratos apenas se hacen presentes pudiendo incluso ofrecer menos de 5% de las calorías del día.
Para lograrlo, se erradican de la dieta todo tipo de cereal o legumbre y derivados así como se restringen al máximo la ingesta de frutas y verduras.
La alimentación entonces se basa en el consumo de alimentos ricos en grasas y proteínas como carnes, huevos, lácteos, pescado, marisco, frutos secos, semillas, mantequilla y aceites vegetales.
Por lo antes dicho, la dieta cetogénica o necesaria para entrar en cetosis es una dieta limitada, que requiere mucho control y la eliminación de grupos enteros de alimentos para así, lograr reducir considerablemente los hidratos en la mesa diaria. Y aunque puede ofrecer muchas ventajas, no está libre de efectos secundarios para el organismo y la salud.
Imagen | Pixabay, Unsplash e iStock
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La noticia Entrar en estado de cetosis para adelgazar: la ciencia te habla de sus beneficios y sus riesgos fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Gabriela Gottau .
Según una nueva investigación, y aunque suene contradictorio, comer pan, pasta y cereales en realidad puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2, siempre y cuando esos alimentos estén hechos de granos integrales.
El estudio ha sido liderado por Cecilie Kyro, del Centro de Investigación de la Sociedad Danesa del Cáncer en Copenhague. Los hallazgos se publicaron en la edición de septiembre de The Journal of Nutrition.
El estudio encontró que cada porción de alimentos integrales ingerida al día estaba relacionada con una disminución de hasta 11 por ciento en el riesgo de contraer diabetes tipo 2.
Además de prevenir la diabetes tipo 2, hay evidencia de que los cereales integrales pueden ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca y el cáncer de colon.
Para llevar a cabo el estudio, se revisó la información de la dieta de más de 55.000 personas, de 50 a 65 años, en Dinamarca. En promedio, el grupo tenía un poco de sobrepeso. En general, alrededor de 7.400 personas fueron diagnosticadas con diabetes tipo 2 durante el seguimiento promedio de 15 años del estudio.
Los voluntarios del estudio completaron diarios de alimentos. A partir de estos diarios de alimentos, los investigadores calcularon cuántos gramos de granos integrales se consumió a diario. Los investigadores descubrieron que por cada ración de alimentos integrales, el riesgo de diabetes tipo 2 disminuía en un 11 por ciento para los hombres y un 7 por ciento para las mujeres.
En las mujeres, solo el trigo y la avena parecían reducir el riesgo de diabetes. Pero, para los hombres, todos los cereales integrales (trigo, centeno y avena) se relacionaron con un menor riesgo.
Debido a que es un estudio de observación, no está diseñado para demostrar una relación de causa y efecto, así que aún no se puede asegurar cómo los granos integrales consiguen reducir la probabilidad de contraer diabetes.
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La noticia Comer más granos enteros reduce la probabilidad de diabetes tipo 2 fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .
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