domingo, 19 de mayo de 2013

En fotos: 350 años de tecnología bajo el martillo

De Blaise Pascal a Steve Jobs: reliquias curiosas de los antepasados de las computadoras salen a subasta en Alemania.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

Imágenes insólitas de la semana, Mayo 19, 2013

1) Como que algo le falta Este edificio fue dañado por la explosión de una bomba doble de Reyhanli en la provincia de Hatay, dejandoles sin la mitad de sus hogares. La ciudad se encuentra a pocos kilómetros de la principal paso de frontera a Siria. (The Telegraph) 2) ¿Qué tal este peinado? Una mujer [...]



Vía Curiosidades

Demolición récord de viaducto en China

Vea las espectaculares imágenes del momento en que un viaducto de 3,5km es demolido en China. Fue la más grande estrcutura de este tipo en ser derribada en este país.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

[Vídeo] El Gran Colisionador de Hadrones visto a través de las Google Glasses

LHCLHC son las siglas por las que generalmente se conoce al Gran Colisionador de Hadrones (en inglés, Large Hadron Collider). Un pomposo nombre para el acelerador de partículas más grande del planeta, ubicado en el CERN, otras siglas que significan Organización Europea para la Investigación Nuclear (en francés, Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire), que está en la frontera franco-suiza, muy cerca de Ginebra, rodeado del macizo del Jura.


Imaginaos verlo a través de las gafas de Google:




Vía | Naukas












Vía Xatakaciencia

¿Es verdad que Einstein era un mal estudiante y sacaba malas notas en matemáticas?

EinsteinTodos damos por sentado, a estas alturas de la película, que Napoleón era bajito, que lo de “elemental, querido Watson” lo decía Sherlock Holmes, que los piratas llevaban pata de palo y un loro en el hombro, que los cascos de los vikingos tenían cuernos o que Albert Einstein, a pesar de que era mal estudiante y sacaba malas notas en matemáticas, luego acabó revolucionando la física (o precisamente por eso, apostillan algunos).


Sin embargo, las afirmaciones anteriores son falsas. Absolutamente todas. Sí, también la de que Einstein era mal estudiante.


Al contrario, Einstein sacaba buenas notas. Bien, no se conservan las notas en primaria del pequeño Albert, pero uno de sus profesores de secundaria recordaba que sacaba buenas notas en Latín, por ejemplo.



La idea de que Einstein era mal estudiante parece haber nacido de una confusión de uno de sus primeros biógrafos, al descubrir su etapa escolar en Aarau, Suiza. Cuando Einstein, en 1895, llevó a cabo el examen de acceso al Instituto Politécnico Federal de Zúrich, lo suspendió, en efecto. Pero aparentemente lo hizo porque el examen incluía una prueba en francés, idioma que Einsten no dominaba.


Al regresar al secundaria para preparar de nuevo el examen de acceso, Einstein sacaba notas de 1 y 2… sin embargo, en la escala de notas de aquel momento, 1 era la máxima nota, y 6 la mínima. Más tarde, se invirtió la escala de las notas, y Einsten empezó a obtener notas de 6 y 5… siendo 6 la nota máxima.


Los biógrafos describían rutinariamente que Einstein repetía curso (en realidad lo hacía para preparar de nuevo el examen de acceso) y que sacaba notas que no pasaban del 2 o del 6 (cuando esas notas eran de las más altas).


Los historiadores, pues, no fueron especialmente cuidadosos en la documentación: supongo que el hecho de que Einstein sacara notas tan bajas, junto a sus repeticiones de curso, les hicieron olvidar una simple comprobación del baremo de notas en Suiza en aquella época.


AlbertOtra cosa es que los profesores no tuvieran buen concepto de Einstein, pero eso puede también explicarse en el sentido de que el sistema escolar de la época otorgaba preponderancia a la memorización y la autoridad de los profesores, lo que creaba tensiones cuando el alumno mostraba ideas contrarias al respecto.


Tampoco Einstein era torpe con las matemáticas. No es cierto que al tocar el violín, Einstein se perdiera porque era incapaz de contar las notas. Además, de ser cierto, de ello tampoco podemos deducir que fuera un negado para las matemáticas.


Otra afirmación einsteniana que se ha desvirtuado en el ámbito de la charla de bar es que “todo es relativo”. Einstein no dijo tal cosa, al menos no lo dijo de forma tan ramplona. La teoría de la relatividad es compleja y difícil de entender, pero resumidamente afirma que, en todo caso, el tiempo y el espacio son relativos, que dichas entidades no absolutas, no son inamovibles.


A la vez que afirmaba esto, también decía que la velocidad de la luz no era relativa, sino absoluta. Es decir, si medimos la velocidad a la que va una pelota, su velocidad será relativa: si la pilota la tiramos entro de un tren, y yo también estoy en dicho tren, mediré una velocidad que no será excesiva.


Pero si lo miro todo desde fuera, parecerá que va más deprisa. Y ya no digamos si hacemos la medición desde otro tren que se desplaza en dirección contraria. Es decir, que debemos especificar respecto a qué medimos la velocidad de la pelota. Su velocidad es relativa respecto al observador. Sin embargo, ello no se puede aplicar a la velocidad de la luz. Y, por tanto, la luz no es relativa, sino absoluta.


Vía | Cultura Trivial












Vía Xatakaciencia

Previsión meteorológica en el barrio de la Yoli

radio-eltiempo




En la previsión meteorológica del programa 76 de El Mundo Today, Ana Boyero nos dice qué peaso tiempo hará en el barrio de la Yoli. Ke no?









Vía El Mundo Today

Diez singularidades del infierno

Muy caliente y habitado por el diablo: así es, a grandes rasgos. Pero gracias a poetas y artistas tenemos mucha más información sobre ese sitio que en su nuevo libro ahora visita Dan Brown.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

US$600 millones para ganador de lotería en Florida

La lotería Powerball de EE.UU. informó que un ticket único logró el premio gordo del sorteo, para el cual había una posibilida de ganar de una en 175 millones.



Vía BBCMundo.com | Curiosidades

Manual de instrucciones para cambiar el mundo desde un punto de vista cívico, según Mockus

Antanas


Antanas Mockus no trata de ser diferente. Es diferente”, dijo de él el académico noruego Jon Elster. Y tiene razón. Gracias a sus extravagantes medidas, cambió radicalmente algunas de las características de Bogotá, Colombia: podéis leer algunas de ellas en La Ley Zanahoria y otras cosas que cambiaron Bogotá (y el mundo) gracias a un hombre con una pistola de plástico.


Hijo de padres lituanos, llegados a Colombia tras la segunda guerra mundial, niño prodigio formado en el Liceo francés y en la Universidad de Dijon. Todos estos cambios los llevó a cabo Mockus desde su puesto en la alcaldía de Bogotá, a la que llegó en 1995.



En la capital colombiana puso en práctica, entre 1995-1998 y 2001-2003, sus teorías pedagógicas para modificar el comportamiento ciudadano, ya fuera en el ahorro de agua, la basura o la responsabilidad fiscal.


Sus excentricidades, sus referencias a Kant y su derroche de pensamiento positivo gustan a la clase ilustrada o a los académicos extranjeros, pero al mismo tiempo lo alejan de las clases populares.


Algunas de sus estrategias


Antanas



  • Mimos y Cebras. Esta medida nada tiene que ver con irse de safari al África. Las líneas por donde el peatón debe cruzar la calle son las cebras, pero ni los conductores ni los peatones las respetaban. Para que las cebras cobraran de nuevo protagonismo, se usaron 400 jóvenes disfrazados de mimos que llamaban la atención del ciudadano para que las tuviera más en cuenta.


De paso, los mimos también ayudaban a los ancianos a cruzar las calles y sugerían que la basura no se arrojara a la calle. Eran como policías divertidos, un espectáculo que el ciudadano ya no asociaba a la autoridad. El resultado fue asombroso: en 1996, el 76 % de los conductores y el 72 % de los peatones respetaron la cebra.



  • Ahorro de agua. Un grupo con nombre de patrulla de superhéroes, los Acuacívicos, ponían en práctica medidas que tenían que ver con el ahorro del agua, como el envío de mensajes telefónicos o la sanción para los despilfarradores. Estos X-Men del consumo del agua responsable lograron un ahorro de un 8 % hasta un 12 % y, desde entonces, se ha mantenido un ahorro medio de un 5 %.


Aquí podéis leer más de sus extravagantes estrategias.


Estas medidas pudieran parecer un poco tontas, pero lo cierto es que el contexto de una ciudad puede cambiar radicalmente el comportamiento de la gente, incluso en un corto espacio de tiempo. Un poco como lo que sucede con la “teoría de las ventanas rotas”.


¿Acaso no os preguntáis por qué en determinados países nórdicos hay mayor tasa de civismo y aquí, en España, el mobiliario público acaba pareciendo el escenario de una película posnuclear? ¿Mejor educación? ¿Otros genes? ¿El clima? Entonces, ¿por qué muchos turistas de esos países parecen desmadrarse en España y dejan de respetar el mobiliario público? Una posible línea de investigación es el de las “ventanas rotas”.


Es decir: la gente cuida el entorno y es en resumidas cuentas es más cívica, en gran parte, porque el entorno está cuidado, como un pez que se muerde la cola. En un ambiente caos, deterioro y suciedad, las personas tienden a ser más incívicas, más caóticas, y también a cometer más acciones vandálicas o incluso delictivas: si nadie arregla con premura mi entorno, si nadie vigila, si nadie se preocupa… hacemos más “trampas”


Vía | Innovadores Americanos.org












Vía Xatakaciencia