jueves, 12 de septiembre de 2019

Los insecticidas amenazan la supervivencia de las aves silvestres

Hasta ahora se creía que los neonicotinoides, la familia de pesticidas agrícolas más utilizada del mundo, solo afectaban a los insectos, sobre todo a las abejas polinizadoras. Un nuevo estudio aporta la primera evidencia directa de que estos compuestos tóxicos perjudican también a los pájaros cantores que pierden peso y retrasan sus migraciones por la ingesta de semillas tratadas.



Fuente: Noticias

Catalizadores como ‘caballos de Troya’ para matar células tumorales desde su interior

Investigadores españoles han participado en el desarrollo de una nueva herramienta para luchar contra el cáncer. Este trabajo, publicado en Nature Catalysis, introduce catalizadores de paladio en el interior de las células cancerosas dentro de unas minúsculas vesículas, llamadas exosomas, para fabricar in situ el fármaco quimioterápico.



Fuente: Noticias

Identifican datos genéticos de un diente de rinoceronte de 1,7 millones de años

Un equipo internacional de científicos, con participación del Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social, ha recuperado datos genéticos de un Stephanorhinus de hace 1,7 millones de años, los más antiguos registrados hasta el momento. El hallazgo abre un nuevo capítulo para saber la relación entre especies extinguidas y el proceso hasta los humanos modernos, entre otros aspectos.



Fuente: Noticias

Observan pérdidas rápidas de carbono con la degradación del permafrost en el Ártico

Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Rey Juan Carlos, revela que la descongelación del permafrost en el Ártico está provocando la desaparición de materia orgánica, antes protegida por las bajas temperaturas. La investigación destaca la importancia de medir estas consecuencias para comprender mejor cómo está afectando el cambio climático.



Fuente: Noticias

Nuevo metamatarial que cambia de forma y adquiere nuevas propiedades

Nuevo metamatarial que cambia de forma y adquiere nuevas propiedades

Si bien la mayoría de los materiales reconfigurables pueden alternar entre dos estados distintos, este nuevo tipo de metamaterial nanoarquitectónico recientemente desarrollado tiene la capacidad de cambiar de forma de forma ajustable, ajustando sus propiedades físicas según sea conveniente.

Desarrollado por un equipo conjunto de Caltech-Georgia Tech-ETH Zurich en el laboratorio de Julia R. Greer, y cuyos resultados se acaban de publicar en Nature, este nuevo metamaterial nanoarquitectónico tiene aplicaciones potenciales en almacenamiento de energía de próxima generación y microdispositivos bioimplantables.

3D de ultra alta resolución

El equipo de creó estos materiales utilizando un proceso de impresión tridimensional de ultra alta resolución llamado litografía de dos fotones. Se diseñó así una red revestida de silicio con haces rectos de microescala que se doblan en curvas bajo estimulación electroquímica, adquiriendo propiedades mecánicas y vibratorias únicas.

El nuevo nanomaterial se deforma a través de una reacción de aleación de silicio-litio impulsada electroquímicamente, en vez de depender de un estímulo externo persistente que permite el cambio de forma y que ésta persista en el tiempo (por ejemplo, la humedad). Esto significa que este nuevo material puede adquirir nuevas configuraciones incluso después de la eliminación del estímulo, y éstas pueden revertirse fácilmente.

Los futuros sistemas de almacenamiento de energía podrían aprovecharse de esta capacidad de cambiar de forma tan precisa y controlable porque permtiría crear sistemas de almacenamiento de energía adaptativos, es decir, obtener, por ejemplo, baterías más ligeras y de vida útil más larga.

También te recomendamos

¿Nuestro próximo disco duro podría ser una bacteria?

¿Cuánta información tiene almacenada la humanidad?

Usando ADN como disco duro

-
La noticia Nuevo metamatarial que cambia de forma y adquiere nuevas propiedades fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Así de fácil es implantar un recuerdo irreal

Así de fácil es implantar un recuerdo irreal

"La vida es sueño", decía Calderón de la Barca, pero no toda la vida. Al menos no a nivel neuronal. Nuestro cerebro tiene una forma, bastante tosca, de diferenciar lo que es realidad o ficción: básicamente, si hay muchas partes del cerebro que se activan cuando se evoca un recuerdo, es que ese recuerdo es real.

Por el contrario, si imaginamos algo o evocamos algo falso, entonces las áreas encargadas de procesar imágenes, para empezar, no reflejarán una actividad tan intensa. El problema de este sistema tosco es que se puede violar con relativa facilidad: los rastros de la memoria basada en algo falso se pueden ampliar hasta que de forma artificial alcancen el mismo tamaño que una historia real.

Recuerdos inducidos

Para probar cuán sencillo es implantar recuerdos falsos, casi como si hubiéramos acudidos a la empresa de Total Recall huyendo de nuestra cotidiana vida de obrero de la costrucción para imaginarnos una vida alternativa como agente secreto en Marte, se llevó a cabo un estudio en participantes a los que se les mostró una serie de diferentes fotos de situaciones cotidianas.

Al día siguiente, los participantes recibieron unas frases breves que recordaban las fotos del día anterior, pero lo que no sabían es que algunos de estos nuevos enunciados eran engañosos y describían mal la foto.

La actividad cerebral en el caso de los recuerdos correctos y los falsos era tan parecida que algunos de los participantes se formaron ideas equivocadas de las imágenes originales. La diferencia entre los recuerdos falsos y verdaderos estribaba solo en la activación cerebral: se activaba más el área visual si el recuerdo era verdad (porque había visto de hecho las fotos) o el área de procesamiento auditivo si eran falsos (porque la nueva información oída se había mezclado con el recuerdo). Tal y como abunda en ello Henning Beck en su libro Errar es útil:

Este experimento también demuestra con claridad que los recuerdos no son estáticos, sino que se pueden modificar a posteriori, en concreto, cada vez que un recuerdo vuelve a repescarse. Y es justo en este estado cuando el recuerdo es más sensible a las influencias externas.

En el mundo real, este problema puede tener implicaciones serias, como el escándalo de los falsos recuerdos inducidos por terapeutas a propósito de violaciones en la infancia. Sus técnicas, consistentes en preguntas que insinuaban la respuesta adecuada, refuerzo de respuestas concretas y mucha repetición, provocaban inadvertidamente que cientos de adultos creyeran que habían recibido abusos sexuales en la década de 1980 por parte de los maestros de educación preescolar. Tal y como señala David Linden en El cerebro accidental:

El problema de la sugestibilidad es aún mayor en los niños, sobre todo, en los niños de edad preescolar. En un estudio típico, un hombre calvo visitó a un grupo de preescolares en el aula, les leyó un cuento, jugó con ellos durante un breve espacio de tiempo y luego se fue. Al día siguiente, se hizo a estos niños una serie de preguntas no lineales del tipo “¿Qué sucedió cuando vino aquel hombre a visitaros?”, y los niños respondieron contando una serie de recuerdos que, si bien no eran completos, resultaban bastante precisos. Pero cuando se les hacían preguntas que de algún modo sugerían la respuesta que se quería obtener, como “¿De qué color tenía el pelo?”, entonces un gran número de niños escogían un color. Aun aquellos niños que al principio respondían que aquel hombre no tenía pelo en la cabeza, empezaron, sobre todo desde que la pregunta fue repetida varias veces en diferentes sesiones, a fabular y a ampliar más aún el falso recuerdo.

Books 1245690 960 720

Así pues, los recuerdos no son tanto una forma de tener presente el pasado como una forma de construirnos y dar coherencia a nuestros actos y pensamientos, incluso si ello implica hacerlo de forma un tanto torpe y sensible a las influencias externas.

También te recomendamos

Comemos más cuanta más comida nos sirven

Se descubre cómo recordamos el pasado: no es como pensábamos

Si te gusta Harry Potter probablemente eres mejor persona

-
La noticia Así de fácil es implantar un recuerdo irreal fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

¿Por qué la pasta de dientes hace que todo lo que comemos sepa mal?

¿Por qué la pasta de dientes hace que todo lo que comemos sepa mal?

Si te cepillas los dientes con un dentífrico típico, aunque luego te enjuagues bien la boca, bastará con que te tomes un simple zumo de naranja para que éste te sepa horrible. ¿Por qué la pasta de dientes altera nuestro sentido del gusto con éste y otros alimentos hasta tal punto?

El secreto reside en un único ingrediente de la pasta de dientes: el lauril éter sulfato de sodio (SLES).

SLES

El lauril éter sulfato de sodio es un tensioactivo, es decir, algo que rompe la tensión en la superficie de un líquido y que posibilita la eliminación de grasa de las cosas.

No es nocivo (es considerado seguro, aunque los efectos de irritación se incrementan al aumentar la concentración), pero tiene este curioso efecto secundario si te lo llevas a la boca: el SLES descompone las grasas o fosfolípidos, que bloquean algunas papilas gustativas del sabor amargo, haciendo que todo sepa más amargo. Las moléculas también bloquean las papilas correspondientes al sabor dulce.

Es usado en productos industriales tales como jabón para lavado de autos, desengrasantes de motores y limpiadores de pisos. El lauril sulfato de sodio es también un ingrediente que se encuentra en una amplia gama de productos de cuidado personal como jabones y champús. Su gran capacidad limpiadora se debe a este ingrediente tensioactivo. Cuando se utilizan con agua, generan espuma y permiten que el producto elimine la suciedad. Otro tensioactivos que ayuda a los productos, además del SLES, es el lauril sulfato de sodio (SLS).

También te recomendamos

[Vídeo] La muerte de las estrellas

Aristóteles era un ignorante (científicamente hablando)

El veneno de la araña también podría servir para combatir el dolor

-
La noticia ¿Por qué la pasta de dientes hace que todo lo que comemos sepa mal? fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia