El consumo agudo de cannabinoides tiene efectos negativos, como catalepsia, inmovilidad y pérdida de memoria, que frenan su uso terapéutico. Ahora, un equipo científico con participación española ha descubierto que es en las mitocondrias, encargadas de producir energía en las células, donde el cannabis desencadena estos daños. El estudio abre la puerta a nuevos fármacos que aprovechen la acción analgésica de estos compuestos sin causar sus efectos indeseados.
Un equipo científico suizo ha logrado que dos macacos recuperen el control de una pierna paralizada a los seis días de haber sufrido una lesión medular. Una parte de su dispositivo inalámbrico ha comenzado a probarse en un estudio de viabilidad en humanos con lesión parcial de la médula espinal.
Brexit es una abreviatura de dos palabras en inglés, Britain (Gran Bretaña) y exit (salida), que significa la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Políticamente es una opción legítima, y no es este el espacio apropiado para discutirla. Sin embargo, el Brexit puede tener consecuencias para la salud.
Concretamente, el Brexit puede afectar a las abejas de un modo que nos recuerda vagamente al último capítulo de la temporada 3, recientemente estrenada, de la serie Black Mirror.
Problemas de financiación
El Reino Unido tiene una larga historia de investigación pionera en las abejas y la apicultura, que se remont a los descubrimientos influyentes de Charles Butler en el siglo XVII, pero según algunos investigadores como Norman Carreck, director científico de la Asociación Internacional de Investigación de Abejas (IBRA).
El Brexit podría interrumpir importantes procesos de financiación y poner en peligro la colaboración internacional entre científicos dedicados a las abejas. Como SMARTBEES, una colaboración de 16 socios que trabaja sobre la amenaza a la apicultura sostenible presentada por la drástica reducción de la diversidad genética en las abejas europeas, y COLOSS, cuyo objetivo es prevenir la pérdida de colonias de abejas.
La Real Sociedad de Biología del Reino Unido señala que los científicos británicos ya están siendo excluidos de las ofertas de financiación. Como concluye Carreck, acercándonos un poco más a la distopía de Black Mirror:
Las cuestiones medioambientales son internacionales, no respetan las fronteras políticas arbitrarias, por lo que la cooperación internacional es esencial para hacer frente a problemas mundiales como el cambio climático. Esa cooperación también es vital para las cuestiones menos importantes como las abejas. Es difícil ver que la salida del Reino Unido de la UE beneficie a la ciencia británica.
El ocaso de las abejas
Hay que recordar, pues, que el problema de la reducción de poblaciones de abejas es clave para el medioambiente, porque son grandes polinizadores.
Por esa razón, como también sucede en Black Mirror, se están realizando proyectos de abejas robot que las sustituyan, como RoboBees. Si bien aún no son una tecnología viabe, los investigadores creen que dentro de 10 años estos RoboBees podrían polinizar un campo de cultivos entero, un avance fundamental para que la industria de la polinización comercial se recupere de las pérdidas anuales que ha habido durante la última década.
La vigorexia, la ortorexia o la hipocondría son solo algunas de las manifestaciones patológicas de la preocupación excesiva por mantener una excelente salud.
Sin embargo, según un estudio recientemente publicado acerca de 7.052 personas durante un periodo de 12 años, el exceso de publicación podría ir en contra del objeto de la propia preocupación, la salud, porque afectaría negativamente al corazón.
La conclusión del estudio es que los enfermos imaginarios son más propensos que el resto de la población a padecer problemas cardiacos, concretamente un 73 % más de posibilidades de desarrollar una enfermedad del corazón que quienes no se preocupaban. De esta forma, la ansiedad se confirma como un riesgo para el corazón similar al tabaquismo o la obesidad.
Los individuos analizados, nacidos entre 1953 y 1957, habían pasado por chequeos médicos entre 1997 y 1999 y rellenaron cuestionarios sobre su salud, estilo de vida y nivel educativo.
Imagen | Molly DG
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