El consumo agudo de cannabinoides tiene efectos negativos, como catalepsia, inmovilidad y pérdida de memoria, que frenan su uso terapéutico. Ahora, un equipo científico con participación española ha descubierto que es en las mitocondrias, encargadas de producir energía en las células, donde el cannabis desencadena estos daños. El estudio abre la puerta a nuevos fármacos que aprovechen la acción analgésica de estos compuestos sin causar sus efectos indeseados.
Fuente: Noticias
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