jueves, 5 de diciembre de 2019

El lugar más profundo de la Tierra dejará ser un misterio gracias a este sumergible chino

El lugar más profundo de la Tierra dejará ser un misterio gracias a este sumergible chino

La Fosa de las Marianas es la más profunda fosa oceánica conocida y el lugar más profundo de la corteza terrestre. Se localiza en el fondo del Pacífico noroccidental, al sureste de las islas Marianas, cerca de Guam. Su punto más profundo es llamado abismo Challenger con 11.034 m de profundidad.

Ahora vamos a poder explorar mejor este mundo casi extraterrestre gracias a el primer sumergible tripulado del mundo capaz de realizar investigaciones complejas en el fondo del abismo más profundo de los océanos.

Un hito made in China

Investigadores de unos 30 institutos nacionales de China State Shipbuilding Corp y la Academia de Ciencias de China han participado en el proyecto. El sumergible sería así el primero capaz de llevar humanos a 10.000 metros bajo el agua para realizar misiones científicas complejas.

La estructura del sumergible de inmersión profunda ya ha sido ensamblada por ingenieros del Centro de Investigación Científica de Buques de China en Wuxi, provincia de Jiangsu.

Su objetivo es completar es sumergible eléctrico antes de fin de año. También tendrán que bautizarlo, porque aún no tiene nombre. Algunos de los desafíos técnicos con los que se ha tenido que lidiar han sido, entre otros, la esfera de presión basada en aleación de titanio que sujeta a la tripulación y los dispositivos de comunicación ultraprofunda.

En 2021, el sumergible será entregado a la Academia de Ciencias de China y se utilizará para llevar a cabo expediciones tripuladas en la Fosa de las Marianas. Una vez que la nave entre en operaciones formales, llevará a tres miembros de la tripulación en cada operación de buceo profundo, que puede durar hasta 10 horas.

También te recomendamos

Las empresas chinas de tecnología están rechazando a los trabajadores mayores de 30 años

Este nuevo motor chino está a punto de revolucionar la guerra submarina

En China se tendrá que hacer un reconocimiento facial a todo aquel que solicite un número de teléfono

-
La noticia El lugar más profundo de la Tierra dejará ser un misterio gracias a este sumergible chino fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Más de 140.000 muertes por sarampión en el todo el mundo, según la OMS

Los datos de las muertes por sarampión son preocupantes: en 2018 hubo casi 10 millones de casos y más de 140.000 muertes relacionadas en todo el mundo. Bebés y niños son los que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones fatales, advierte la OMS.



Fuente: Noticias

Los ayunos intermitentes pueden beneficiar a las personas en riesgo de diabetes

Alimentarse de forma restringida en el tiempo –un fenómeno conocido como ayuno intermitente– posee ciertos beneficios para las personas con síndrome metabólico, un grupo de trastornos que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Eso sí, se necesitan estudios más grandes antes de que llegue a las consultas.



Fuente: Noticias

El detector CALIFA ya está instalado en el acelerador europeo FAIR

Investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) han liderado el diseño y construcción del calorímetro CALIFA, que estudiará la estructura de núcleos atómicos 'exóticos' en el laboratorio de investigación nuclear FAIR (Alemania), una de las infraestructuras científicas estratégicas de la Comisión Europea a la que acaba de llegar. 



Fuente: Noticias

Estos son los países más afectados por eventos climáticos extremos

El instituto Germanwatch ha presentado durante la cumbre del clima de Madrid los resultados del Índice de Riesgo Climático Global 2020. Según este análisis, basado en los impactos de los eventos climáticos extremos y los datos socioeconómicos asociados a ellos, Japón, Filipinas y Alemania fueron los países más afectados en el año 2018.



Fuente: Noticias

No hace falta que comas algo para sentir su sabor: basta con que te apliquen una descarga eléctrica en la lengua

No hace falta que comas algo para sentir su sabor: basta con que te apliquen una descarga eléctrica en la lengua

Con una simple descarga eléctrica, uno comensal puede experimentar una experiencia gustativa rudimentario. Sí, literalmente, electrocutando la lengua, como en una versión gastronómica del monstruo de Frankenstein.

Por el momento, ya hay algunos proyectos de dispositivos para proporcionar experiencias de sabor a través de este medio a fin de amplificar los sabores propios de los alimentos que ya ingerimos. Sin embargo, detrás de todo ello hay más expectativas que realidades.

Aún queda camino por recorrer

La idea de combinar la electricidad con la alimentación fue revelada por primera vez como un experimento en la Conferencia Computer Human Interaction, en Austin, Texas, en 2012. Nakamura y su equipo conectaron un cable a una batería de 9 voltios y lo pasaron a través de un sorbete colocado en un vaso de limonada dulce. Los voluntarios informaron que la limonada “recargada” tenía un gusto «más suave», porque la electricidad simulaba el sabor de la sal. Así es como se ha llegado a crear un tenedor eléctrico.

Si bien los defensores de esta técnica proclaman entusiasmados cómo, a través de nuestro propio teléfono móvil, nos podremos estimular eléctricamente para disfrutar más de la comida, lo cierto es que la paleta de sabores con la que se puede trabajar, de momento, es bastante limitada.

Tampoco parece que la cosa sea mucho mejor cuando el dispositivo de estimulación eléctrica esté incrustado en el extremo de una cuchara o en otro artículo de cubertería o critalería digital, tal y como explica Charles Spence en su libro Gastrofísica:

Yo sí que he probado uno de estos dispositivos y la experiencia resultó, como mínimo, decepcionante. Quizá se deba a que tengo mala suerte, porque el sabor eléctrico funciona mejor en algunas lenguas que en otras. Sin embargo, incluso los defensores más acérrimos de esta técnica admiten que resulta más fácil obtener sensaciones gustativas agrias y metálicas que saladas... y el dulce, bueno, eso sí que supone un verdadero reto.

Experimentar sabores sin comer en un área que se está abandonando ya de facto, porque la experiencia gastronómica no se limita solo al sabor, sino al resto de sentidos: sentir sabor sin masticar algo es raro, a veces desagradable.

Por eso, la estimulación eléctrica parece estar desarrollándose para amplificar determinados sabores cuando ya estamos comiendo. Y, también, para reducir la cantidad de determinadas sustancias para lograrlo y que no resultan del todo saludables.

Por ejemplo, la sal. Es lo que al menos intentó hacer el No Salt Restaurant, un restaurante efímero de dos días de duración que abrió en Tokio.

Como prueba, el restaurante ofrecía un menú compueto por cinco platos sin sal. Ensalada, arroz frito, pastel de carne y tarta.

Con todo, la experiencia no fue tampoco del todo satisfactoria: la sal no solo aporta sabor, sino también cierta textura, y eso es algo que el sabor eléctrico no puede porporcionar.

Esto es parte del motivo por el que, por ejemplo, podemos diferenciar entre el azúcar y otros edulcorantes artificiales, como el aspartamo (porque la sensación del gusto aumento mucho más rápidamente en un caso que en el otro y también perdura más tiempo). En otras palabras: si no acertamos con la temporalidad de las sensaciones cuando administramos un sabor eléctrico, la experiencia jamás será tan buena como la de verdad.

Por el momento, el sabor eléctrico sigue tanteando el mercado. Nimesha Ranasinghe, de la Universidad de Maine, ha creado unos palillos chinos que producen distintas estimulaciones eléctricas en la lengua del usuario.

También te recomendamos

Con este sistema inmersivo puedes visitar Marte sin salir de casa

Tecnologías clave que cambiarán nuestra forma de viajar

Este culo robótico será un complemento para tus sesiones de vídeos porno por internet

-
La noticia No hace falta que comas algo para sentir su sabor: basta con que te apliquen una descarga eléctrica en la lengua fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia

Este taller para robots va a ser instalado en la parte exterior de la Estación Espacial Internacional

Este taller para robots va a ser instalado en la parte exterior de la Estación Espacial Internacional

Una unidad de almacenamiento de protección para herramientas robóticas, lo que viene siendo un taller o garaje para robots, ha sido diseñado por la NASA para ser instalado en el exterior de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Denominado RiTS (Robotic Tool Stowage), tiene su envío previsto en la misión de reabastecimiento de Space X fijada para este 4 de diciembre.

RiTS

El sistema térmico de la unidad de alojamiento RiTS mantiene temperaturas ideales para los instrumentos, ayudándolos a mantenerse funcionales. Según explica Mark Neuman, gerente de hardware de RiTS:

Rits In Nbl

Para cada una de sus herramientas almacenadas, RiTS proporcionará protección térmica y física contra la radiación y los micrometeroides, o pequeños objetos de alta velocidad que se precipitan por el espacio. El sistema térmico de la unidad de alojamiento mantiene temperaturas ideales para los instrumentos, ayudándolos a mantenerse funcionales.

Sus primeros residentes serán dos robots diseñados para detectar fugas de la estación, que son capaces de "detectar" la presencia de gases como el amoníaco.

Las colaboraciones humanas y robóticas como estas se pueden aplicar a algo más que a la estación espacial, incluida la exploración potencial de la Luna, Marte y más allá. Por ejemplo, podrían emplearse para detectar posibles fugas que se producen en futuros hábitats humanos en la superficie lunar y otras superficies planetarias.

También te recomendamos

La compañía rusa Orbital Technologies crea las vacaciones orbitales

China anuncia planes para una estación espacial

Por 80 millones de euros podrás ser un turista espacial

-
La noticia Este taller para robots va a ser instalado en la parte exterior de la Estación Espacial Internacional fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .



Vía Xataka Ciencia