domingo, 2 de noviembre de 2014

Cuando el MacDonald´s nos sabe mejor de lo que creemos

1024px Sedaví Entrada I Mcdonald'sEl otro día se viralizó la noticia de cómo sirvieron comida del McDonald's en una feria haciéndola pasar por orgánica y nadie se da cuenta. Todas buenísimas, despertaron muchos comentarios de aprobación. Lo que nadie sabía es que en realidad estaba consumiendo comida de la franquicia del fast food por antonomasia, Mcdonald´s. No es tan extraño: para el filósofo Joseph Heath, autor de Rebelarse vende, esta estigmatización de las franquicias McDonald´s es injustificada: la relación calidad precio es inmejorable y sus patatas fritas son mejores que las que se venden en muchos de los bistrós de París.


Esto nos dice algo importante sobre cómo percibimos el gusto de los alimentos. En parte se parece a cómo percibimos la belleza artística, es decir, en función de un contexto social.


Al igual que un montón de basura pasa por ser una obra artística si está en un museo (caso real ocurrido no hace mucho) y viceversa (podéis leer más aquí), nuestro paladar no solo se basa en lo que probamos y olemos, sino en lo que se espera que sintamos. Solo así se explica que un grupo de enólogos consideren que un vino es de mejor calidad si tiene un precio caro (aunque en realidad hayan probado el mismo vino que antes, con un precio más barato).


Todo es bueno si tiene marca McDonalds


Mega Mac Set 1En ese sentido, si nuestra opinión sobre McDonald´s es negativa pero probamos algo de su cadena de restaurantes sin habernos informado previamente de que se trata de un producto McDonald´s, nuestro juicio no será tan severo. Lo mismo sucede si somos fans absolutos de MacDonalds: si probamos el mismo producto con otra marca, no nos gustará tanto.


Es lo que demostraron investigadores de la Stanford University School of Medicine y del Lucile Packard Children´s Hospital, que hicieron probar dos tipos de nuggets de pollo a un grupo de niños entre tres y cinco años. Unos nuggets tenían el típico envoltorio de McDonald´s, pero los otros se presentaron con un envoltorio liso, sin marca.


La realidad es que ambos nuggets eran exactamente los mismos, pero los niños encontraron más sabrosos los que estaban envueltos de la marca McDonald's. Y no el efecto no solo se produje con los nuggets, tal y como explica Joan Ferrés i Prats en su libro Las pantallas y el cerebro emocional:


También el sabor de productos como la leche, las zanahorias y el zumo de manzana fueron mejor valorados en cuanto a sabor cuando fueron presentados con envoltorios de la marca, pese a que estos productos nada tienen que ver con McDonald´s.

Así pues, habida cuenta de que los sabores y nuestras valoraciones al respecto también son constructos sociales, no es extraño que muchas marcas intenten apropiarse de las connotaciones positivas de otra, también en el caso de MacDonald´s.


Así, por ejemplo, en Solimania, en el Kurdistán iraquí, existe el MaDonald, al estilo de las marcas piratas como Adadis o Panatronic. El restaurante mantiene el logo original, y el frontispicio, si lo leemos demasiado rápido, podría confundirnos, porque es casi idéntico al de una franquicia McDonald´s (incluso aparece el payaso Ronald McDonald).


Allí se sirven pizzas, kebabs y, por supuesto, la estrella de la casa, la Big Mack. Al parecer, el dueño del restaurante, Suleiman Qassab, intentó en primera instancia abrir una franquicia legal, pero finalmente optó por piratearla debido al embargo al que estaba sometido el país tras la guerra de 1991. Ahora abre hasta en Ramadán, y Qassab ha sido incluso amenazado por terroristas suicidas.


Imágenes | Dominio público | Qoan


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La noticia Cuando el MacDonald´s nos sabe mejor de lo que creemos fue publicada originalmente en Xataka Ciencia por Sergio Parra .












Vía Xataka Ciencia

El transporte de sedimentos dibuja las sinuosas curvas del Amazonas

Un estudio explica cómo una mayor carga de sedimentos forma ríos más serpenteantes y alertan de que las presas planificadas en el sistema fluvial del Amazonas pueden modificar esta fisionomía.






Fuente: Noticias

¿Qué pasa por la cabeza de alguien que deja un trabajo de 250.000 dólares al año en Microsoft?

11a2b55Siempre me han resultado inspiradoras las historias de personas que tienen un buen trabajo, un buen sueldo, una vida solucionada pero, de repente, lo dejan todo para cambiar su estilo de vida de forma radical. Por eso, a pesar del tufillo de autoayuda que desprende, me encantan libros como La semana laboral de 4 horas, de Timothy Ferriss (y, además, presenta muchos datos prácticos que todos nosotros podemos llevar a cabo en nuestra vida cotidiana).


El caso de Adam Herscher, cofundador y CEO at HasMetrics, podría entrar perfectamente en la lista de casos paradigmáticos de ese libro. Porque Herscher llegó a tener un sueldo de 254,895 dólares al año trabajando para Microsoft. Pero un día se reunió con sus jefes y decidió dejarlo. ¿Es por dinero?, le preguntaron. No, el dinero no tenía nada que ver en aquella decisión. Herscher estaba pasando por un momento "Jerry Maguire".


Trabajo y más trabajo


Porque si bien en IBM disponía de un equipo excelente, todo era demasiado grande, había demasiada gente, demasiados equipos, demasiadas cribas, jerarquías y opiniones. Recordemos la Ley de Joy: la gente más inteligente trabaja en su mayoría para otro (menos inteligente)


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Allí, Herscher era solo uno más, y había olvidado la sensación de crear algo desde las tripas, desde la intuición, sin ser sepultado por una montaña de estadísticas y prevenciones. Además, a medida que su sueldo aumentaba, también lo hacía el número de horas que trabajaba y el estrés al que estaba sometido. De algún modo había sido atrapado en unas esposas de oro.


Como gerente de Microsoft había sido adiestrado para detectar las razones por las cuales un empleado podría desear dejar su trabajo, gracias a libros como The Carrot Principle, tiene una gran lista de indicadores aquí ). Pero ahora era su vida la que debía someter a revisión, así que, durante una lluviosa tarde en Seattle, acurrucado bajo la manta de casa, escribió las razones por las que había permanecido tanto tiempo en Microsoft:



  1. Ver el impresionante impacto de mi trabajo.

  2. Las personas inteligentes con las que me gusta trabajar con todos los días.

  3. Jefe inteligente que pasa a través de burocracia y protocolos y reduce al mínimo los gastos generales.

  4. Lealtad al administrador, empleados, compañeros.

  5. El dinero en el banco para financiar mi propio estilo de vida.

  6. Sentirme reconocido / apreciado por lo que hago.


Buscando una nueva vida


Herscher dejó IBM, se centró un poco más en su vida, y llevó a adelante un proyecto profesional más pequeño y personal. Algo que de verdad le hiciera feliz. Doblegando esa máxima de que en Estados Unidos hay que trabajar para ser feliz (al contrario que en Europa, donde se valora más el tiempo libre).


Al fin y al cabo, las empresas demasiado grandes despersonalizan. Ya sea por una cuestión cultural o neurobiológica, tendemos a no ser capaces de asimilar cifras muy elevadas de personas con las que interactuar (una media que, según Robin Dunbar, se sitúa entre los 150 individuos). Algunos experimentos empresariales en los que no se ha permitido que las empresas crezcan más allá de los 150 individuos sin antes escindirse, como ocurre con Gore-Tex, parecen tener empleados más satisfechos. Herscher lo intuyó, y por eso quiso arriesgarse a hacer lo que de verdad le gustaba.


Vía | Linkedin


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Vía Xataka Ciencia

Imágenes insólitas de la semana, Noviembre 2, 2014

¿Cómo puede ser posible? ¡Ya casi ha pasado otro año más! Bueno aún nos quedan 2 mesecitos pero seguro pasarán volando… en fin, lo que no nos puede faltar es la dosis de imágenes insólitas, aquí te las dejamos. 1) Boda en las alturas Zheng Feng, un escalador aficionado toma fotos de la boda con […]



Vía Curiosidades

¿Qué factores identifican a un niño prodigio?

Talentosos y superdotados son etiquetas para los niños que demuestran ser brillantes, pero ¿qué es realmente un prodigio? Pues la psicóloga de la Universidad Estatal de Ohio, Joanne Ruthsatz, ha optado por estudiar a estos niños, tan poco ordinarios como 1 en 5.000.000 según dice él mismo. Su estudio se ha basado en la observación […]



Vía Curiosidades

AeroMobil 3.0: un coche para volar con estilo


Tenemos que desengañarnos: difícilmente veremos algún día las carreteras aéreas por las que surcan coches voladores como en Regreso al futuro o El quinto elemento. Con todo, los investigadores no cejan en el empeño de crear coches voladores funcionales, aunque todavía estén en fase larvaria o de prototipo.


Es el caso del espectacular Aeromobil 3.0. El prototipo que podéis ver volar en el vídeo es biplaza, está certificado como ultraligero y alcanza una velocidad máxima de 200 km/h con 700 km de autonomía y 15 litros por hora de consumo de combustible. Es un prototipo tan estiloso que casi parece un coche que podría conducir James Bond.


Vía | Microsiervos


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Vía Xataka Ciencia