Un nuevo estudio impactante revela que una tribu brasileña sufre el mayor índice de suicidios del mundo. En 2013, al menos 72 Guaraní Kaiowá del estado de Mato Grosso do Sul se suicidaron, un índice que casi se triplicó en las últimas décadas. La mayoría de las víctimas oscilaba entre 15 y 30 años.
Hasta el momento se han estudiado más de mil planetas que orbitan alrededor de una estrella. Si realizamos un cálculo nos da que alrededor del dos por ciento de estos mil planetas tendrían posibilidad de contener vida. Si contamos que hay más de diez mil millones de estrellas en nuestra galaxia, el número de plantas en los que podría existir vida podría ser de cien millones.
Por supuesto que no vamos a conocer a ciencia cierta si estos datos son ciertos o no, ya que el más cercano de estos planetas se encuentra a una distancia de veinte años luz, pero lo que sí es muy probable pensar es que definitivamente no estamos solos en la galaxia.
Vía | PHL
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La noticia Cien millones de planetas de la Vía Lácetea podrían albergar vida fue publicada originalmente en Xatakaciencia por Carlos Alcayde.
Sin embargo, un mejor manejo de los pacientes permitió reducir los fallecimientos de la enfermedad desde 2010.
Los casos de dengue se quintuplicaron en las Américas entre 2003 y 2013, según datos de la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) dados a conocer en el marco de una reunión regional de alto nivel que analizó la situación y la estrategia regional contra el dengue durante esa década.
Un breve recordatorio para situarnos.
AVINA es una fundación fundada por Stephen Schmidheiny, heredero del criminal negocio del amianto en el mundo (que abandonó cerca del año 2000, cuando el barco de esta industria hacía aguas), por cuyos inmensos beneficios acumulados durante todo el siglo XX, a precio de sangre , necesitó crear en 1994 la fundación filantrópica a que nos referimos para intentar lavar su imagen.
Si se midiera la grandeza de un país por su forma de tratar a los animales y de cuidar el medioambiente saldrían mal parados muchos países del “Primer Mundo” que siguen e imponen al resto un modelo de desarrollo insostenible.
Conocemos la agencia DARPA por su trabajo en diversos proyectos centrados en ayudar a la milicia estadounidense. Y hoy están haciendo público uno de los últimos que, por lo dicho desde un comunicado oficial de la agencia, pretende que algún día podamos escalar paredes.
El comunicado nos habla del proyecto Z-Man, que tendría como objetivo dotar a una persona de tecnología vestible que le permita escalar. Pero entre este proyecto, es interesante conocer que han podido recrear un tejido que nos permitiría adherirnos a las paredes, el cual funciona bajo la misma teoría de las patas de los gecos.
Los gecos, que pertenecen a la familia de los reptiles, tienen la capacidad de escalar las paredes debido al uso de las fuerzas Van der Waals, basadas en fuerzas entre moléculas. Así que los investigadores de DARPA, tomando como referencia estos pequeños animales, han creado el Geckoskin, una tela que está cubierta de un elastómero adhesivo que recrea el efecto de las fuerzas Van der Waals.
Por ahora los únicos resultados que ha presentado esta investigación son que una pequeño trozo de esta tela puede soportar un peso de hasta 300 kilos. Aunque en un futuro, se pretende la creación de diversos objetos vestibles -como guantes- para permitir a un hombre escalar paredes sin necesidad de ningún dispositivo aparatoso.
Imagen | Bernat Casero (Flick)
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La noticia Así es como DARPA quiere que algún día podamos escalar paredes fue publicada originalmente en Xatakaciencia por Rodrigo Garrido.
Supongamos, también, que en esa llamada ponen a nuestra disposición un misterioso manuscrito que un empleado de la mencionada biblioteca ha encontrado fortuitamente en los archivos.
Supongamos que tenemos prisa por publicar el manuscrito acompañado de nuestros exhaustivos análisis de cada pictograma, ya que no deseamos que nadie se nos adelante y nos arrebate nuestra fortuna y gloria bien merecida.
Supongamos que lo publicamos todo con gran pompa y boato, respaldados por fondos públicos del Ministerio de Bellas Artes de Francia, bajo el título pluscuamperfecto de Manuscrito pictográfico americano precedido por una anotación sobre la ideografía de los pieles rojas.
Supongamos que este discurso entusiasta levanta tales ampollas que un reconocido bibliógrafo alemán, Petzold, se sumerge en el manuscrito que hemos publicado en busca del más mínimo error o traspiés.
Y finalmente supongamos que sale a la luz, semanas después, que el presunto manuscrito que hemos publicado solo era el cuaderno de tareas escolares de un niño alemán, y que los misteriosos “pictogramas” en realidad eran los intentos de aquel niño por escribir en letra gótica. Tal y como lo explica Gregorio Doval en Fraudes, engaños y timos de la historia:
Todas las figuras que Domenech había catalogado como “brujos”, “dioses” y “templos” eran simples dibujos triviales como un panal de abejas o una salchicha. Pero, claro, el prestigio como geógrafo de Domenech y su notable pasado como explorador y conocedor del nuevo continente hicieron que todos diesen por buena la veracidad de su investigación. En un abrir y cerrar de ojos, Domenech pasó de celebridad a hazmerreír de la comunidad científica.
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La noticia El niño que inventó una 'cultura' fue publicada originalmente en Xatakaciencia por Sergio Parra.
